Abusador vivía obsesionado con la doctora atacada sexualmente en La Paz

El presunto violador Carlos Omar "N" siguió a la doctora en un par de ocasiones, tratando de investigar dónde estaba su centro de trabajo.

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La Paz, Baja California Sur.– Cuando Carlos Omar «N», tomó la decisión de atacar sexualmente a la doctora de la Fundación Best, fue luego de conocer la ubicación de su centro de trabajo.

El presunto violador de 38 años, había estado siguiendo a la doctora en un par de ocasiones, cuando pasaba por su domicilio, tratando de investigar dónde estaba trabajando la joven.

Un día antes de la agresión, el atacante de oficio herrero, supo que la doctora de 29 años laboraba en un consultorio que estaba a un costado de la Farmacias Similares, localizado en Mariano Abasolo y Nayarit.

De tal modo que planeó hacerse pasar como un paciente para poder llegar a la doctora que, según su propia versión, «le había gustado«.

El día 12 de septiembre, y tras estar vigilando el movimiento en el consultorio, notó que tenía poco movimiento, por lo que tomó la decisión de ingresar para comenzar a conquistar a la doctora.

La intención, de acuerdo a lo que dijo a agentes de investigación, nunca fue violarla.

Sin embargo, todo se salió de control, cuando tras entrar al consultorio, fue rechazado inmediatamente por la doctora, después de comenzar a tirarle piropos.

El atacante se sintió frustrado, y entonces comenzó a acosarla, y tras no ceder la doctora, fue entonces que llevado por la ira, sacó una navaja que traía entre sus ropas y la acorraló.

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El sujeto amagó a la profesionista y comenzó a bajarle la ropa, hasta consumar la violación.

Para asegurar –según él– que no lo denunciaría tomó la cartera de la doctora con todas sus pertenencias y su teléfono celular. 

Sin embargo, antes de la amarró de las piernas para que no pudiera salir gritando a delatarlo.

 

La Detención

Tres días después del ataque sexual, el presunto violador originario de La Paz, fue capturado por agentes de investigación de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).

Los investigadores había logrado obtener una imagen del pervertido, grabada por una cámara de seguridad de un negocio, donde aparece sentado y recargado en un tubo metálico.

El violador, según el video, estaba observando el consultorio de la Fundación Best.

Tras revisar las grabaciones de días anteriores, obtenidas en otros negocios y casas, los agentes de investigación, lograron identificar que el agresor vivía por la zona, tras notar que siempre salía por la calle Nayarit y llegaba a la Abasolo.

Fue así, cuando los agentes de investigación, lograron llegar a su guarida en la calle Madero entre Sonora y Sinaloa en la colonia Pueblo Nuevo de La Paz.

Tras enterarse que había sido ubicado, el presunto violador, no regresó a su casa.

Sin embargo, la PGJE, implementó un operativo en toda la zona, logrando capturar al delincuente, alrededor de las 7:20 de la noche del pasado 14 de septiembre, cuando se desplazaba en la vía pública sobre el bulevar  Agustín Olachea y Luis Donaldo Colosio Murrieta.

El criminal fue presentado al Juez de Control alrededor de las 5:35 de la madrugada, y este día sería vinculado a proceso penal para ser enviado al Cereso de La Paz.

Los Antecedentes

El presunto violador, según datos recabados por MetrópoliMx, tiene amplios antecedentes penales por los delitos de robo, narcomenudeo y agresiones físicas, ya que en un tiempo fue integrante de la banda de «Los Teresos», en la colonia Pueblo Nuevo.

Sin embargo, Carlos Omar «N», había entrado en un proceso de rehabilitación, por lo que fue internado en el Centro de Rehabilitación para Drogadictos y Alcohólicos «Guerreros en Batalla«, localizado en la colonia 8 de octubre de La Paz. 

 

Actualmente, el agresor sexual trabajaba como oficial de soldadura en la obra de rehabilitación del «Hotel Perla» y participaba en actividades de ese centro, ayudando a personas con problemas de adicciones.

Sin embargo, el supuesto violador admitió que había tenido una recaída en las drogas, por lo que prácticamente había regresado a su vida delictiva. 

 

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