Cuando el gobernador de Baja California Sur, Víctor Manuel Castro Cosío, daba el anuncio más importante de sus primeros treinta días de administración, en la tribuna de la XVI Legislatura, el hijo de su asesor estrella, Christian Agúndez Gómez, cabeza de batalla del grupo más corrupto en la historia del estado, como político imberbe, menospreciaba y criticaba la autoridad del presidente municipal de Los Cabos, Oscar Leggs Castro, en la máxima tribuna del Congreso del Estado.
El diputado del PT, por un lado, abría el primer frente de guerra hacia el sur, y por otro, protagónicamente, intentaba dar la impresión de una estatura política que no tiene.

La acción del presidente de la Mesa Directiva del Congreso, tuvo una reacción del edil cabeño que a todas luces, poco abona a la unidad de un gobierno que presume en su slogan: “Baja California Sur, Nos Une”.
El affaire acaparó la atención de todos los medios de comunicación en el estado, por lo que el anuncio del gobernador, finalmente pasó de noche. Poca gente se entero y algunos ni por enterados se dieron.
Es cierto, la disputa entre el nuevo alcalde y el grupo de Los Agúndez, ya se veía venir, desde el mismo momento que rechazó nombrar a Luis Armando Díaz, como secretario general del XIV Ayuntamiento de Los Cabos.
Los Agúndez, es un grupo de ambiciosos, voraces y rapaces saqueadores de recursos públicos. No de hoy, sino de siempre.

El plan de este grupo político era tomar por asalto el gobierno municipal de Los Cabos, y controlar cuando menos 30 direcciones generales, donde –según ellos—manejarían los recursos económicos para aterrizar negocios millonarios y trabajar en el proyecto de Christian Agúndez Gómez, como candidato a alcalde de Los Cabos en el proceso electoral de 2024.
Así, y según su plan perfecto, una vez llegando al poder, Christian Agúndez, buscaría convertirse en candidato a gobernador a través de la alianza de MORENA y PT.
Pero ¿Qué papel juega el gobernador Víctor Castro Cosío, en esta cena de negros?

Lo menos que se puede pensar es que no tiene la capacidad y el control sobre aquellos a los que llama públicamente “amigos”, como sucedió con Narciso Agúndez, el único gobernador en toda la historia del estado que entregó finanzas quebradas.
En la iniciativa privada, una empresa está quebrada, cuando lo que debe (pasivos) es mayor que sus activos.
En el balance del último mes de gobierno de Narciso Agúndez (Marzo de 2011), los activos totales eran de 2 mil 276 millones 448 mil 196 pesos, pero los pasivos totales eran de 2 millones 462 millones 390 mil 612 pesos.
En pocas palabras, las deudas rebasaban en 185 millones 942 mil 417 pesos, todas las propiedades que en ese entonces tenía el gobierno.
Por eso la derrota que Narciso Agúndez tuvo en el 2011 fue del tamaño de su desastre financiero. La sociedad no quiso saber nada de ellos, pero Víctor Castro, los trajo de regreso.
No es casualidad la desconfianza que el nuevo gobierno viene generando en la sociedad por la terquedad del gobernador de mantener como asesor a alguien que dejó las finanzas quebradas del estado.
El caso del pleito de Los Cabos tiene muchas explicaciones, pero lo que mas llama la atención es que el propio alcalde, haya salido a desenmascarar públicamente a Los Agúndez.
Los acusó públicamente de abuso de poder, intentar obtener privilegios y de corrupción, tras exponer que buscaban hacer negocios personales con el gobierno, lo que según el gobernador Víctor Castro, sería erradicado de su administración.
Lo que denunció el alcalde cabeño no solo dejó como mentecato al propio gobernador de MORENA, sino pone en la mira de la opinión publica a los personajes que solo están colgándose de la 4T para seguir haciendo de las suyas.
Para su mala fortuna, el gobernador se rodeó de este grupo que hoy están dañando brutalmente la imagen no solo de Víctor Castro sino de MORENA, y de paso, llevándose de corbata a la 4T.
Recordemos que cuando Luis Armando Díaz fue rechazado en Los Cabos, el gobernador, rescató y acuerpó a Los Agúndez, situación que fue cuestionada por la sociedad.
¿Qué tanto deberá Víctor Castro a Los Agúndez para haberlos, contradictoriamente a su discurso, privilegiado con cargos públicos en el gobierno?, es la pregunta que todo mundo se hizo.
A Narciso, lo convirtió en su Asesor, a su hijo Christian, lo hizo presidente de la Mesa Directiva del Congreso, y a su otro hijo, Narciso, lo nombró como director del API.
La fuerza de este grupo a menguado en los últimas elecciones porque de pasar a tener un coto de poder de 25 mil votos, en la elección pasada, solo aportaron 8 mil 395 votos a Víctor Castro en Los Cabos.

Hoy, y en sus propias narices, el grupo de Los Agúndez que han sido vilipendiados y señalados por sus graves actos de corrupción, comenzaron a generar un desgaste prematuro al nuevo gobierno, abriendo de entrada un frente de batalla entre petistas y morenitas.
Obviamente, lo que mas requiere el nuevo gobierno, es de unidad y armonía para poder consolidar, como lo de dice el propio Víctor Castro, una administración que una.
Pero lo que está generando en este momento, el grupo de Los Agúndez, es desunión, tras no lograr consumar sus negras intenciones en Los Cabos.
Remolino:
Por cierto, en la transmisión en vivo, el alcalde de Los Cabos, Oscar Leggs Castro, comentó fijamente a la cámara: «Recuerde que llegó por nosotros diputado. No llegó por Usted. Usted no traía nada«. Y en efecto, según el resultado electoral del 6 de junio pasado, de los 8 mil 467 votos obtenidos en total, Christian Agúndez Gómez, tuvo 4 mil 749 de MORENA, 2 mil 579 del PT y mil 139 de la alianza MORENA-PT.
Desconozco quién o quiénes haya organizado la información y logística de la conferencia de prensa del gobernador, Víctor Manuel Castro Cosío, pero el sabor de boca que me dejo, es que únicamente se limitaron a preparar el tema de la deuda y la reducción de sueldos. Sin embargo, hubo temas más trascendentales como la venta de El Caimancito, las auditorías y los conflictos de interés que hubo en el gobierno del ex gobernador del PAN, Carlos Mendoza Davis. La estrategia de comunicación está bastante limitada para que pueda posicionar los mensajes de una manera más contundente.
Muy bonita la reducción de sueldos, pero el gobernador Víctor Castro no dijo nada de los puestos que ha venido inventando para pagar compromisos políticos y engordar la burocracia estatal. Por ejemplo, el cargo que le inventó a Carlos Castro Ceseña, como «representante del gobernador en Los Cabos». Resulta que este servicio público, no aporta nada bueno al gobierno, y su función es ir a eventos y tomarse fotos para subirlas en Facebook. Otro cargo inventado es el de la priísta Susana Aguilar, como coordinadora de Estrategia Política del Gobernador.

Ya para cerrar, la diputada de MORENA, Lupita Vázquez, nos regaló una joya de fotografía. Camino al congreso, llevada por su chofer. ¡Qué tal! Acaso no sabe manejar o es parte de la austeridad republicana.

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