Desde el 20 de noviembre pasado, el Comité de Elecciones de Morena, ya traía la instrucción de presentar a Víctor Manuel Castro Cosío, como el ganador de la famosa encuesta.
Así lo decidió el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador acuerpado por la cúpula de su partido, y así lo denunciaba el ex aspirante a la gubernatura de Baja California Sur, Alejandro Lage, cuando en una entrevista en el estudio de MetrópoliMx, salió a denunciar que el Comité de Elecciones de Morena, había intentado imponer el 23 de noviembre como candidato a “El Puchas”, cuando fueron convocados a una reunión en la Ciudad de México.
El profesor jubilado está ligado al centro del poder del partido fundado por el actual presidente de México, y es un estereotipo de candidato que el presidente Andrés Manuel López Obrador, viene imponiendo para las elecciones de 2021.
«Hasta este momento, el presidente nacional de MORENA, Mario Delgado, no ha presentado públicamente la famosa encuesta ni tampoco la metodología, los resultados, la información básica del estudio de mercado cualitativo y mucho menos el nombre de la supuesta casa encuestadora».
De los 15 candidatos a gobernador de Morena, el que no es legislador es súper delegado. Tal es el caso de Layda Sansores, en Tlaxcala; María del Pilar Ávila Olmeda, en Baja California y Clara Luz Flores, en Nuevo León.
El propio Víctor Manuel Castro Cosío anduvo en precampaña con una licencia a senador de la república, y la cual vencerá en enero próximo.
El dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, se apresuró a salir anunciar a los candidatos oficiales, después de que el cuatro de diciembre, abriera oficialmente el registro de aspirantes a gobernadores.
No se espero, tal y como estableció la convocatoria, conocer los resultados de la encuesta, después de que los aspirantes salieran realizar un proceso de precampaña que terminaría el 30 de enero, y cuyos resultados darían a conocerse el primero de febrero.
Hasta este momento, el presidente nacional de MORENA, Mario Delgado, no ha presentado públicamente la famosa encuesta ni tampoco la metodología, los resultados, la información básica del estudio de mercado cualitativo y mucho menos el nombre de la supuesta casa encuestadora.
La encuesta es únicamente la versión de Mario Delgado y el levantamiento del brazo de los supuestos ganadores, en señal de una victoria tras haber recibido su pago por la lealtad al proyecto del presidente de México.
Tan claro como eso.
Quizá por esta situación, el presidente nacional de MORENA, no entregó la supuesta encuesta al resto de los participantes para revisar particularmente dos cosas: la metodología y los antecedentes de la casa encuestadora.
Así es que los aspirantes, no tuvieron más remedio que alinearse y aceptar el dedazo presidencial, al más viejo estilo priísta, de lo contrario, en el caso de los alcaldes Jesús Armida Castro Guzmán y Rubén Muñoz Álvarez, verían truncadas sus intenciones de convertirse en candidatos a legisladores plurinominales, y alcanzar una rebanada del pastel en los futuros ayuntamientos y el propio congreso del estado.
De tal modo que en el 2021 habrá de ser la prueba de fuego para Morena, que dejó el método de las encuestas por el dedazo presidencial, olvidando que cuando menos en esta elección, el nombre de Andrés Manuel López Obrador, no estará impreso en las boletas, y la sociedad sudcaliforniana, ya probó los gobiernos morenistas en Los Cabos, La Paz y Comondú y tiene la valiosa oportunidad de medir los resultados del quehacer legislativo estatal y federal, lo que desde luego cambia el escenario político.
No es gratuito, el mote de Primor (PRI-MORENA), en el régimen de Andrés Manuel López Obrador, porque con la migración de priístas, como en el caso de Baja California Sur, y de todo el país, también se fueron las viejas mañas de la simulación, las designaciones y los candidatos de unidad.
Ahora veremos el proceso de selección de los candidatos a alcaldes y diputados, bajo las mismas prácticas arcaicas que terminan por definir el futuro de Morena en Baja California Sur.
