Mulegé, Baja California Sur.– El Comisariado Ejidal de alrededor de 15 ejidos de este municipio al norte del estado –entre ellos, Gustavo Díaz Ordaz, Guillermo Prieto, Emiliano Zapata 2 y 3, Angel César Mendoza Aramburo y Luis Echeverría—, amagó con boicotear la carrera internacional de off road «Baja 1000«, después de que el gobierno del estado de Baja California Sur, no presentara formalmente un Programa de Reparación de Caminos, después de que termine la competencia deportiva.
Te recomendamos leer: https://metropolimx.com/camara-graba-fallido-intento-de-privacion-de-la-libertad-de-una-mujer/
En una carta dirigida a la opinión pública, los ejidatarios advirtieron que podrían cerrar el camino de la ruta trazada por donde pasaran los mas de 300 pilotos, en caso de que no haya una respuesta seria y formal del gobernador de Baja California Sur.
Los propietarios de los terrenos –principalmente del municipio de Mulegé— están exigiendo que el Programa de Reparación del Camino, sea formal, y por escrito, integrado con un cronograma de trabajo que contemple tiempo, presupuesto asignado y puntos a repararse, derivado de que desconfían del gobierno de Víctor Manuel Castro Cosio.
«Nunca cumple lo que promete«, dijeron los ejidatarios, exponiendo que el gobierno del estado, solo envió el pasado 3 de noviembre una carta firmada por el director general de la Junta Estatal de Caminos, Jorge Alberto Cota Pérez, con «promesas al aire«, comprometiéndose a «ejecutar trabajos de rehabilitación y conservación de los caminos rurales«, pero de una manera muy generalizada sin establecer datos puntuales y trabajos en concreto.
La solicitud de reparación de los caminos por donde cruza esta carrera, cada año es planteada, porque gobernantes van y gobernantes vienes, y nunca cumplen sus promesas.
Entonces, cada vez año de esta competencia, los caminos quedan totalmente destrozados, después de terminar la justa deportiva más larga del mundo, con lo que los ejidatarios tienen que lidiar todo el año.
Por esta situación, los ejidatarios esta vez, pretenden obligar al gobierno a cumplir sus compromisos para que después de la competencia, los caminos por donde pasan campesinos, ganaderos, comerciantes y habitantes de las comunidades rurales y rancherías, sean debidamente reparados.
El Comité Organizador de la carrera «Baja 1000«, en cada competencia, hace un pago simbólico a los ejidatarios para poder utilizar sus caminos.
Sin embargo, no existe compromiso alguno de reparar los caminos que quedan literalmente desechos, después del cruce de 300 carros y motos a toda velocidad por esas tierras.
Los ejidatarios desde hace tiempo vienen exigiendo una mayor contraprestación por el uso y goce de sus caminos, ya que se trata de una actividad altamente lucrativa en beneficio de la empresa organizadora de la carrera «Baja 1000«.
El éxito de está competencia de fama mundial está fincado justamente en los caminos sinuosos, escaso trafico vehicular, brechas gigantes y exclusivas, y desde luego, en las bellezas naturales que ofrece la geografía de la península de Baja California.
La carrera de este año, según el programa, iniciará el 13 de noviembre en La Paz y termina el sábado 18 de noviembre en Ensenada.
Desde hace un par de semanas, los corredores y sus equipos, provenientes de todas partes del mundo, vienen realizando un recorrido de reconocimiento de la ruta.
La carrera es nefasta y se organiza en nuestra península debido a las autoridades corruptas que tenemos, quienes les permiten realizarlas a pesar del daño ambiental que ocasionan. En los Estados Unidos no las permiten por lo mismo. Los gringos se llevan los beneficios y los perjuicios aqui quedan. Comentan en el reportaje que en parte se hacen aqui por la belleza natural de la península, lo cual es falso, ya que estas carreras destruyen el entorno. Se hacen aqui porque nadie les dice nada y pueden hacer lo que les da la gana.