La Paz, Baja California Sur.- Una joven identificada como Marichell Espinoza, denunció haber sido víctima de la negligencia del restaurante «Dulce Romero«, después de servir un licuado de frutos rojos mezclado con vidrios.
Todo empezó el pasado 19 de agosto, cuando la clienta de ese negocio fue a desayunar con su esposo.
La joven dijo haber pedido un licuado de frutos rojos, y cuando lo tomó con toda normalidad con un popote, sintió algo en la garganta, tras consumir un cuarto de la bebida.
«Pensé que se me había ido un hielito o fruta«, relató, por lo que siguió tomando hasta que sentió unos pedazos más grandecitos.
«Cuando me lo saco de la boca, me doy cuenta que no es hielito, si no vidrios triturados«, explicó.
Fue entones que llamó a la mesera para decirle que «mi licuado tenía vidrios«, quedando pensativa, por lo que «se lo lleva rápido«.
Posteriormente, llegó el gerente de «Dulce Romero» a la mesa y me dice que «efectivamente tenía vidrios«, por lo que sugiere cambiar por otro licuado y solicita disculpas.
«El vaso de la licuadora no está quebrado, pero a lo mejor venía el hielo con vidrios«, se justificó.
Un día después, según relató la joven, el 20 de agosto, empezó a sentirse mal y hasta con calentura. Pensó que era un elote que se había comido, porque sentía el estómago inflamado y ya no aguantaba, por lo que comenzó hacer del baño con sangre y empezó a vomitar.
De tal modo que ese día por la noche fue al médico, solicitando elaborar un ultrasonido para ver sí no tenía algún líquido por dentro.
«En el ultrasonido salió que solo tenía inflamado él intestino, pero no se miraban los vidrios ya que eran muy pequeños, se miraba la vesícula inflamada por lo mismo que se me empezó infamar todo el intestino de adentro«, dijo.
La joven dijo que tomó la decisión de ir a conocer una segunda opinión de otro doctor en el hospital general «Juan María de Salvatierra«.
Fue hasta un día después, es decir, el 21 de agosto, cuando tras no poderse realizar un estudio en el hospital general, regresó con el médico particular y finalmente fue sometida una endoscopia.
El resultado arrojó que tenía fisuras (cortadas) en el intestino, por eso se había inflamado al momento de comer.
Tras tener los resultados del estudio, regresó al restaurante «Dulce Romero«, pero la compañía «no se quiso hacer responsable del daño«, porque según ellos, «ese problema ya lo traía«.
Actualmente, la joven no ha presentando una denuncia penal, porque está tratando de llegar a un acuerdo reparatorio con la dueña del restaurante, buscando qué se haga responsable de todos los gastos médicos.
«Nosotros no queríamos perjudicar el lugar, pero al ver que no se quieren hacer responsable, por eso hago público esto«, dijo finalmente la joven, recomendando tener cuidado con lo que consumen en el restaurante «Dulce Romero«.