Gobernador de BCS llegará a su primer año con un estado despedazado

Sin un centavo para la reconstrucción de BCS, Víctor Castro, no sabe qué hacer, por lo que su apuesta, es el rescate del Gobierno de México.

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Los Cabos, Baja California Sur.– Cuando el gobernador de Baja California Sur, Víctor Manuel Castro Cosío, declaró el pasado 8 de septiembre clausurada la última sesión del Consejo Estatal de Protección Civil, aventó las campanas al vuelo.

«Estoy muy contento en el corazón, de que hasta el día de hoy llevemos saldo blanco«.

El gobernante presumió haber implementado una estrategia que había sido capaz de contrarrestar atinadamente los efectos de la tormenta tropical «Javier» y el Huracán «Kay«.

Incluso se dijo orgullo del trabajo del alcalde de Los Cabos, Oscar Leggs Castro, y de las alcaldesas de todo el estado, y hasta de las y los diputados que –según él– «estuvieron al pendiente de sus distritos electorales».

«Sigan dando un buen ejemplo«, arengó, y cerró su participación con broche de oro, minimizando las fotografías y los videos que habían circulado en redes sociales, con viviendas y negocios completamente cubiertos por el agua, tras el desbordamiento del Río Mulegé, exponiendo que «habían sido desalojados en tiempo atrás«.

«Esas casas no tienen muebles, y no tienen nada para que no vayan a pesar que… subió el agua ahí, pero no vive nadie«, dijo muy seguro, justificando que le habían dicho.

«Es una comunidad norteamericana que ya están acostumbrados, y normalmente se salen, cuando sube el agua, limpian y van para atrás«, relató.

El gobernador dijo que por fortuna, «no hay hasta este momento, ninguna situación qué lamentar por el meteoro«.

 

El Golpe de Kay

Sin embargo, ese mismo día, el Huracán «Kay«, azotaba con toda su furia a Punta Abreojos, Bahía Asunción, Bahía Tortugas,  Guerrero Negro, Vizcaíno, San Ignacio, Santa Rosalía y Heroica Mulegé, destruyendo todo lo que había a su paso.

Casas sin techo, negocios destruidos, letreros tirados en el piso, postes y árboles caídos, carros volteados por el aire, carreteras carcomidas por la corriente de agua y puentes destruidos, son parte de las imágenes que circularon un día después en redes sociales, retratando una realidad muy distinta a la que percibida por el gobernante de MORENA.

De hecho, y tras el trago amargo, el gobierno de Baja California Sur, todavía no termina por reponerse del terrible golpe de «Kay«.

Tan es así que casi a una semana del paso del Huracán «Kay«, el gobernador y su gabinete en pleno, han sido evidentemente incapaces de tener un saldo preliminar de los daños ocasionado por el ciclón tropical.

El gobernante ni siquiera ha ordenado el levantamiento de un censo en campos pesqueros y comunidades rurales del municipio más grande del estado y todo México, en virtud de estar esperando, como en todos los casos, desde que comenzó su administración, el gobierno de México, venga a resolverle los problemas.

Por eso, este día arribaría el secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán, y el encargado de Despacho de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Jorge Nuño Lara, los cuales harán el trabajo que corresponde al estado.

Pero contrario a los dichos del gobernador, la presidenta municipal de Mulegé, Edith Aguilar Villavicencio, dijo que había «miles de damnificados«, obviamente sin ofrecer un dato concreto, cuando participó en la última sesión del Comité Estatal de Protección Civil, donde textualmente expuso: «No golpeó muy fuerte. Todo el municipio, es un desastre«.

Los puntos más castigados por «Kay«, según datos recabados por MetrópoliMX, fueron los siguientes:

1.- Las avenidas y calles de la ciudad de La Paz

2.- Las avenidas y calles de Cabo San Lucas.

3.- El Vado del kilómetro 3 de Ciudad Insurgentes.

4.- El Puente San Telmo de Loreto.

5.- El Puente Vimed de Santa Rosalía

6.- El Vado San Pablito de Vízcaíno a Guerrero Negro.

Tras el paso del fenómeno, el Comité Estatal de Protección Civil de Baja California Sur, fue omiso e irresponsable, a tal grado de que no planeó y menos puso en marcha una estrategia preventiva sobre la carretera transpeninsular.

Es decir, no colocó señalamientos viales que advirtieran del peligro en algunos puntos carreteros fracturados, y mucho menos envió policías o militares para resguardar las carreteras dañadas.

Lo anterior provocó que dos personas fallecieran trágicamente, cuando circulaban en la carretera, cayendo en un tramo fracturado por no haber ningún aviso o letrero preventivo de peligro o no ser informados de que ese tramo que intentaban cruzar estaba quebrado. 

Las dos víctimas que viajaban a bordo de una camioneta de color blanco, murieron, tras no poder salir del vehículo.

 

El Solitario

Desde luego que el principal problema que enfrenta el gobierno de Baja California Sur, es el económico.

Con el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) desaparecido el 28 de julio de 2021 por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y sin haber asignado un solo centavo para contingencias locales en el presupuesto de 2022, Víctor Manuel Castro Cosío, quedó atado prácticamente de las manos, lo que por ende, vendrá a dificultar la reconstrucción del estado en un corto y mediano plazo.

Vaya, el gobernador no tuvo dinero ni para la prevención, tal y como quedó plenamente demostrado en los albergues del municipio de Comondú, cuando los refugiados fueron abandonados a su suerte al no recibir agua, víveres, colchonetas y cobijas, lo que finalmente reconoció, cuando fue cuestionado sobre las fallas en el operativo de Protección Civil.

Hoy por hoy, el gobierno de Baja California Sur, no tendrá recursos para la respuesta y la reconstrucción de calles y carreteras en Cabo San Lucas, La Paz, Ciudad Insurgentes y todo el municipio de Mulegé, donde se registraron los mayores daños, por lo que los problemas rebasaron hoy la capacidad de respuesta del estado.

Ilusamente, y en un evidente desconocimiento de los protocolos, Víctor Castro, todavía se aventó la puntada de emitir una «Declaratoria de Emergencia» para que fuera entregada a la Coordinación Nacional de Protección Civil, lo que es innecesario, porque desaparecido el FONDEN, el estado no podrá acceder a ningún recurso económico.

La principal apuesta de Víctor Castro es que el Gobierno de México, entre a su rescate ante su incapacidad e ineficacia, como gobernante.

Sin embargo, y para su mala suerte, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, tiene un alto nivel de desconfianza en el gobernador en el manejo de los recursos públicos por negarse a sacudirse a «los bandidos» (como son conocidos Narciso Agúndez y compañía en la Ciudad de México), lo que evitará que reciba recursos extraordinarios para esta contingencia, tal y como sucedió el fin de año, cuando Víctor Castro, tuvo que pedir dinero prestado al banco, después de que el presidente, no le entregara los 600 millones que había pedido para el cierre de año.

Quizá por eso el presidente no ha volteado hacía Baja California Sur, a pesar de la grave situación que se está viviendo en Mulegé.

Así, y de esta manera, Víctor Castro, se ha limitado a barrer calles, repartir agua embotellada, despensas, colchonetas y cobijas hasta las comunidades pesqueras y zonas rurales mas apartadas a bordo de helicópteros de la Secretaría de Marina.

Pero esos paliativos no resolverán en nada los daños ocasionados en negocios, casas y carreteras, y los cuales, aún no se tiene una cuantificación.

Bajo este complicado escenario, y a punto de cumplir su primer año de gobierno, Víctor Castro, llegará con un estado prácticamente despedazado por «Kay«.

 

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