Ciudad Constitución, Baja California Sur.- «Yo renunciaría al gobierno si no aplicamos la justicia«, afirmó el gobernador de Baja California Sur, Víctor Manuel Castro Cosío, después de ser encarado por familiares y amigos de Jesús Ledesma Cisneros, asesinado por la omisión y la negligencia de cuando menos cinco servidores públicos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE) y de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), tras no recibir atención médica por una infección que presentaba al momento de ser detenido.
«Se los digo con sinceridad«, remató y dijo que «no somos los mismos«, en relación homicidio del comerciante de Comondú, fallecido en el área de indiciados del Centro de Reinserción Social (CERESO) de San José del Cabo, a pesar de haber sido ordenado por el Juez de Control, cuando fue vinculado a proceso penal por el delito de violación.
«No fabricamos delitos«, dijo y expuso que el comerciante detenido había sido detenido por un delito que supuestamente cometió.
Sin embargo, los familiares y amigos, reprocharon que fuera entregado muerto a la familia sin haber deslindado responsabilidades penales contra los funcionarios que intervinieron en el proceso de detención, traslado y encarcelamiento de Chuy Ledesma.
El pasado 25 de agosto, el cuerpo del comerciante fue entregado a sus familiares, realizando un recorrido por todo el pueblo que lo vio crecer.
Posteriormente, fue llevado hasta un salón donde fue velado y despedido entre porras, aplausos, lágrimas y gritos de: «¡Justicia! ¡Justicia! ¡Justicia!«.
Finalmente, el cuerpo del comerciante fue sepultado.
Hasta este momento, ninguno de los servidores públicos implicados en el homicidio por omisión y negligencia de Jesús Ledesma Cisneros, ha sido separado de su cargo y mucho menos está sujeto a una investigación.
Todos siguen despachando en sus cargos, y el gobernador Víctor Manuel Castro Cosío, tampoco ha presentado su renuncia al cargo, tal y como prometió, cuando hizo el compromiso público que lo haría si no aplicaba la justicia en la muerte de Jesús Ledesma, justificando que no «somos lo mismo«.
Los hechos, demuestran lo contrario.