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Gobernador minimiza deuda de 900 millones y esconde corrupción en BCS

En el informe de los primeros 8 meses, Víctor Castro, no fue capaz ni siquiera de ofrecer resultados, y solo salió a justificar su ineptitud.

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La Paz, Baja California Sur.- Reprobado socialmente en el ejercicio de gobierno en las últimas encuestas, y con un gabinete divido, cuestionado e incompetente, el gobernador de Baja California Sur, Víctor Manuel Castro Cosío, no tuvo más remedio que inventar un informe de 8 meses, denominado «La Transformación Avanza«, buscando revertir el rápido desgaste de su administración en tan poco tiempo y tratar de vender la imagen de que el suyo, es un gobierno de «estrategia, acciones y resultados«.

En medio de una terrible crisis de seguridad, provocada por la privación ilegal de la libertad de cientos de personas, y la exhumación de decenas de cadáveres enterrados a lo largo y ancho del estado en fosas clandestinas, el gobernador de MORENA, prefirió despilfarrar el dinero en acarreados, en vez de destinarlo en la contratación de mayor personal, más vehículos y gasolina para que las fuerzas de seguridad, puedan ofrecer resultados a la altura de las expectativas que prometió en su campaña electoral.

La tarde de este jueves 5 de mayo fue el escenario perfecto para que el fallido gobernante, destinara recursos públicos para auto elogiarse con un pueblo que fue acarreado desde sus hogares hasta la explanada de Palacio de Gobierno.

A cambio, recibieron la promesa de recibir «un apoyo» por presentarse en el informe del gobernador.

Pero ni así la Plaza de la Reforma fue llenada, quedando decenas de sillas vacías en medio y en la parte final del escenario, mientras el gobernador presentaba un informe, intentando justificar su incompetencia.

Víctor Castro. Sillas vacías.

Después de presentarse al escenario, el gobernador empuño la mano, y la levantó, a manera de saludo a los presentes.

En el arranque de su discurso, Víctor Castro, comenzó con una remembranza del día 5 de Mayo, cuando los franceses invadieron México, leyendo textualmente el mensaje del militar mexicano reconocido como héroe de la Batalla de Puebla, Ignacio Zaragoza.

De entrada, reclamó a la presidenta municipal de La Paz, Milena Paola Quiroga Romero, por haber descompuesto el escenario de su informe este día. «No sé qué señal mandaron«, dijo, sobre el plantón de piperos en Palacio de Gobierno.

Tras el airado reclamo, Víctor Castro, dijo que «era necesario reunirnos ya«, para –según él– «hacer un corte«.

«Que la gente sepa qué estamos haciendo y hacia dónde vamos porque queremos informar y si podemos hacerlo más«, dijo, y argumento que la pandemia del Covid-19 había evitado reunirse «así como hoy«.

El gobernador dejó en evidencia que el motivo del informe fue por todas las dudas que tiene la ciudadanía sobre el ejercicio de su gobierno.

«Hacer un alto en el camino, y que quienes tienen algunas dudas, las expresen y las vayamos resolviendo, porque un gobierno que da respuesta a las dudas de la ciudadanía, sea cual sea la duda, es un gobierno que esta más cercano a la transparencia, y eso es lo que queremos«, citó textualmente.

Lo primero que hizo tras presentar al ex gobernador más corrupto de la historia del estado, fue salir a explicar su entrañable amistad con Narciso Agúndez Montaño.

«Y voy aprovechar, porque alguien me dijo «¿Qué tiene que ver con Agúndez?«, se preguntó, y el mismo se contesto: «¡Amistad!«.

El gobernador aprovechó el escenario para mandar un mensaje a quienes tienen dudas sobre su amistad con el ex presidiario.

«No tenemos mas que una mano amiga. El trato cordial y respetuoso, con él y con su partido (…). Estoy muy agradecido, porque estoy aquí, gracias también al trabajo del PT«.

Y remató: «Y lo digo clarito para que ya no haya ninguna duda. Así que no tengo porque esconder las amistades. Yo no soy alguien que reniegue de eso, y si alguien tiene diferencias, pues que se arregle con él«.

Sobre el nepotismo de Narciso Agúndez, tras colocar a su hijo Christian, como diputado del PT, y a su otro vástago, Narciso, como director de la Administración Portuaria Integral (API), guardó silencio.

El mismo silencio cómplice que Víctor Castro, escondió sobre los millonarios contratos que su gobierno, asignó de manera discrecional al ex gobernador, a través de prestanombres, convirtiendo a Narciso Agúndez, en el constructor y proveedor consentido del gobierno de la 4T.

Espacios rellenados por funcionarios públicos.

Tras defender su entrañable amistad con el político más rapaz del estado, el gobernador, habló de honestidad, transparencia y rendición de cuentas. Y luego se fue a la cargada con su trillado discurso de terminar con los privilegios de los servidores públicos, aplicando los principios de austeridad, honradez y eficiencia.

«No estamos en Baja California Sur en condiciones de gastar el dinero del pueblo en cosas ajenas al interés público«, arengó.

Sin embargo, y de manera inverosímil, no dijo una sola palabra sobre el sospechoso contrato que firmó y autorizó con la compañía Seguridad Privada y Activa Omitron, S.A de C.V., destinando 24 millones 729 mil 899 pesos con 65 centavos para supuestamente poner vigilancia en 18 edificios públicos de la subsecretaría de Finanzas, subsecretaría de Administración y la Secretaría de Turismo, Economía y Sustentabilidad, en vez de destinar el recurso para garantizar la seguridad de la población.

Fiel a su estilo de mentir y engañar, todavía fue mas allá.

«Es importante decirle a la gente que el dinero que entra al gobierno, se está aplicando correctamente«.

Tan transparente y correctamente aplicado el gasto público que la compañía Seguridad Privada y Activa Omitron, S.A de C.V., ni siquiera aparece en el padrón oficial de compañías de seguridad privadas de la Secretaría Estatal de Seguridad Pública. Además de tener registrado un domicilio fiscal en el edificio del Trade Word Center, donde no existe rastro alguno de la supuesta compañía.

Sospechosamente, el gobernador Víctor Castro está más preocupado en resguardar la seguridad de 18 edificios que la integridad de la sociedad sudcaliforniana.

Pero eso fue lo de menos para el gobernador que dijo tener la responsabilidad de «luchar contra la corrupción«, presumiendo que lo hace «de manera frontal y decidida para recuperar la confianza de la gente«.

«No hay otra forma de responder más que con decencia y honradez«, dijo.

El gobernador Víctor Castro justificó su incompetencia por llamar a cuentas a los funcionarios de la administración del ex gobernador Carlos Mendoza Davis, tras aceptar que todavía no resuelven el tema de las auditorías.

«Debemos ser cuidadosos de no cometer el error de enjuiciar y tratar de encontrar culpables parea satisfacer el imaginario colectivo, sino realmente comprobar los delitos y buscar en todo momento que estos no prescriban«, dijo y agregó: «No se vale robarle al pueblo y esto quede impune«.

El gobernador dijo que recibió una deuda de 13 mil 345 millones de pesos, distribuida de la siguiente manera:

1.- 2 mil 080 millones de pesos de deuda bancaria.

2.- 5 mil 968 millones en Issste e Fovissste.

3.- Mil 198 millones en educación y salud.

4.- 4 mil 099 millones de deuda a los ayuntamientos.

Sin embargo, en el estado financiero oficial denominado Analítico de Deuda y Otros Pasivos de 2021, firmado por la secretaria de Finanzas y Administración, Bertha Montaño Cota, el adeudo real es de 3 mil 653 millones de pesos.

Informe oficial firmado por la secretaría de Finanzas y Administración, Bertha Montaño.

Peor aún.

En marzo de 2022, ese estado aparece con una deuda total de 4 mil 122 millones de pesos, lo que deja en evidencia que en 6 meses, la deuda se incremento 469 millones.

Tanto uno como otro documento están firmados por la propia titular de la Secretaría de Finanzas y Administración de Baja California Sur.

El estado analítico de la deuda y otros pasivos, echa abajo el discurso de Víctor Castro.

Lo anterior deja en evidencia que el gobernador mintió y tergiverso la información para minimizar y justificar el endeudamiento de los 900 millones de pesos que contrajo en los primeros tres meses de su administración, argumentando textualmente: «Para los que andan muy preocupados porque pedimos 900«.

«¡Angustiados! ¡Traumáticamente angustiados!«, dijo textualmente, quejándose de la ciudadanía que ha criticado duramente su rápido endeudamiento.

El gobernador dijo que había solicitado únicamente un crédito a corto plazo de 600 millones de pesos, tras ser asesorado por personal de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, por recomendación del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

«No había de otra, no había necesidad de ir al congreso ni nada«, dijo y justificó el endeudamiento, diciendo que «algunos tienen crédito mayor que esta, desde luego, algunos que estoy viendo aquí que tienen mucho dinero«, dijo observando al alcalde de Los Cabos, Oscar Leggs Castro. 

El gobernador dijo que de ese dinero, únicamente activaron 300 millones, y de ese dinero habían usado 218 millones, dejando el resto por cualquier emergencia, decisión tomada en el Gabinete Financiero.

El gobernador dijo que los otros 300 millones de pesos que solicitaron prestados, a cambio de empeñar las cuentas por cobrar fue para pagar a los proveedores del gobierno del estado, beneficiando a los grandes, medianos y pequeños empresarios.

De este dinero, según el gobernador, han gastado solo 71 millones de pesos.

La justificación fue que «no teníamos para estar pagando a los proveedores del gobierno, cayendo en un problema de liquidez«.

«Hasta el día de hoy no hemos puesto en riesgo nada», dijo y presumió que «no venimos a endeudar, venimos a terminar con las deudas que nos dejaron«.

Después, muy a su estilo, cerró su discurso incendiario de que iban a salir adelante, porque «si somos honrados, sin venir hacer negocios con dinero del pueblo, no tengo dura que vamos a dar buenas cuentas dentro de poco tiempo».

Al final de su trillado discurso, el gobernador nunca habló de los resultados en su supuesto informe, salvo que habían atendido a mas de 36 mil personas en audiencias públicas y habían generado un ahorro del 61% en el gasto de la Oficina del Ejecutivo por la austeridad republicana.

 

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