San José del Cabo, Baja California Sur.– «¡Allá al pie de la montaña! ¡Donde se oculta temprano el sol! ¡Quedó mi ranchito triste! ¡Y abandonada allá mi labor!«, se escuchaba de fondo la letra de una pieza musical en el Rancho Los Chinos en esta cabecera municipal de Los Cabos.
Vestido con un pantalón de mezclilla y una camiseta roja, el anfitrión de lujo, Narciso Agúndez Montaño, esperaba ansioso a todos los invitados.
Todo estaba organizado para ser una fiesta en grande. Una demostración de fuerza y poder de convocatoria para disipar las dudas sobre quién traía el pueblo consigo.
Desde una semana anterior, comenzó a circular la invitación del «Ingeniero».
«Encuentro de la Unidad PT ¡Viva la Cuarta Transformación! Rancho Los Chinos. Sabado 30 de septiembre a las 4:30 PM ¡Claudia Va! ¡Te esperamos!«, transcribió la invitación con una fotografía de Narciso Agúndez, Gerardo Fernández Noroña y Claudia Sheinbaum.
En la cocina había comida y bebidas para más de tres mil personas. En la explanada de la propiedad del ex gobernador de Baja California Sur, fueron colocadas mesas y sillas de plástico para todos los invitados.
La música seguía: «Ay, corazón que te vas para nunca volver. No me digas adiós. No te despidas jamás si no quieres saber. De la ausencia, el dolor«.
Al ritmo de la canción «Mi Ranchito«, los invitados comenzaron a llegar uno a uno y saludar al «Ingeniero«.
El reto –según los organizadores– era superar el evento que el alcalde de Los Cabos, Oscar Leggs Castro, había organizado apenas el 16 de septiembre en su rancho de la comunidad de Migriño, con alrededor de 3 mil invitados.
«¡Vamos a ver de qué lado esta el pueblo!«, presumían los organizadores del evento de Narciso Agúndez Montaño, en grupos de WhatsApp.
El reloj marcaba las 4:30 en punto y apenas habían llegado alrededor de 100 personas. Sin embargo, el optimismo estaba a flor de piel.
Con un ex gobernador (Narciso Agúndez Montaño), dos ex alcaldes de Los Cabos (Luis Armando Díaz y José Antonio Agúndez Montaño), dos diputados locales en funciones (Gabriela Montoya Terrazas y Christian Agúndez Góméz), así como regidores como Catarino Flores Castro, la convocatoria lanzada a nombre de un partido político como el PT, no había duda que el pueblo se volcaría hacia el Rancho Los Chinos, particularmente, por los grandes logros que todos los presentes presumen siempre en sus eventos, cuando estuvieron «al servicio del pueblo».
La música seguía: «¡Malaya unos ojos negros! ¡Que me embrujaron con su mirar! ¡Si nunca me hubieran visto!¡No fueran causa de mi penar!«.
Sin embargo, llegaron las 5 y las 6 de la tarde, y el pueblo sabio –como hoy dicen– «nunca llegó«.
El rostro del principal anfitrión estaba completamente desencajado como el de todos sus operadores políticos.
De tal modo que los organizadores, comenzaron a recoger todas las sillas y las mesas vacías para tomar la foto del recuerdo.
«No traen una sola onza de apoyo ciudadano que permita cuando menos entrar a una negociación, mucho menos imponer un candidato«, fue la lectura de su convocatoria, con la que demostraron plenamente que no están el mínimo ánimo popular, sino solo en el ánimo cupular por donde pretenden entrar en el proceso electoral del 2024. Y todavía chantajean con el petate del muerto.
«Ay, corazón que te vas para nunca volver. No me digas adiós. No te despidas jamás si no quieres saber. De la ausencia, el dolor«, así cerró la melodía de lo que parecía ser un presagio de lo que sucedió ese día.