Brooklyn, Nueva York.- En el Día 13 del juicio de Genaro García Luna, el agente especial del Federal Bureau of Investigation, conocido por sus siglas como FBI, José Moreno, habló de la preparación del operativo para capturar al líder del Cartel de Sinaloa (CDS), Joaquín «El Chapo» Guzmán, en una mansión que había rentado en el destino turístico de Los Cabos.
Lo anterior fue narrado frente a los 12 integrantes del jurado dentro del juicio que la corte estadounidense sigue contra el ex titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno de México por sus presuntos nexos con el crimen organizado.
El agente del FBI, José Moreno, no hizo una imputación directa contra Genaro García Luna. Pero sí explicó cómo y de qué manera falló el operativo de captura del capo el 22 de febrero de 2012 en Los Cabos, después de un arduo trabajo de inteligencia.
De entrada, el agente de investigación, dijo que habían obtenido el número celular de «El Chapo«, por lo que derivado de un trabajo de rastreo de señales, sabían la hora y el sitio exacto dónde se encontraba.
De tal modo que el FBI tenía listo el operativo de captura del jefe criminal, pero como Joaquín Guzmán Loera, no estaba en el territorio estadounidense, sino escondido en el exclusivo hotel & resort Punta Ballena, el gobierno de Estados Unidos, no podía ejecutar la detención legal.
Entonces, tuvieron que recurrir a la desaparecida Subprocuraduría Especializada de Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO).
El plan de captura fue que los agentes mexicanos debían establecer un cerco de seguridad alrededor de Punta Ballena.
Sospechosamente, los agentes del operativo no llegaron a tiempo, y en vez de reventar la casa marcada como objetivo, se equivocaron e intervinieron las otras de los lados.
Peor aún.
El agente del FBI relató que cuando llegaron a la vivienda correcta, casualmente, no cubrieron la puerta trasera.
Cuando por fin lograron llegar a la habitación correcta, Joaquín «El Chapo» Guzmán, había escapado.
El narcotraficante más buscado del mundo en ese momento tuvo que dejar dinero, papeles, celulares, computadoras, armas, granadas y lanzacohetes de su equipo de seguridad personal.
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«No recuerdo, en todos mis años de experiencia, algo que se hiciera tan mal«, lamentó.
Los Preparativos
Después de pasar 11 años de haber escapado en una cárcel de máxima seguridad de México, el gobierno de Estados Unidos tenía como objetivo capturar a Joaquín «El Chapo» Guzmán en el 2012.
Fue entonces que –según el agente del FBI– el gobierno de Estados Unidos, logró obtener el número telefónico de Joaquín «El Chapo» Guzmán, convirtiéndose en la principal clave para ubicar y capturar al entonces líder del CDS.
De tal modo que de inmediato comenzó a diseñar el operativo de captura, ya que con los días de vigilancia pudo saber la hora y el día que prendía el teléfono, además de que no sabía cuánto tiempo traería consigo ese número.
Así, y de esa manera, el gobierno estadounidense creo un equipo de fuerza especial integrado por agentes de la DEA, FBI y U.S Marshals, en el caso de estos últimos eran claves, porque tienen dispositivos tecnológicos que permiten ubicar no solamente el área geográfica donde esta un celular, sino el domicilio específico, desde donde se envía la señal.
El gobierno de Estados Unidos tomó la decisión de que el operativo sería el 22 de febrero, después de obtener información de que el capo se encontraba en Los Cabos. Concretamente en el hotel & resort Punta Ballena, en la casa marcada con el número 140, dentro del complejo turístico.
Desafortunadamente, había un problema: los agentes estadounidenses no tenían facultades para realizar la detención en Los Cabos, México.
Entonces, el gobierno de Estados Unidos, solicitó la colaboración de México que en ese momento era comandada por el agente de la Policía Federal, Iván Reyes Arzate.
Los pasos del operativo, según el agente del FBI, fueron trazados minuto a minuto, de la siguiente manera:
Paso Uno: 1:30 AM despliegue del operativo en la zona de Punta Ballena.
Paso Dos: Alrededor de 51 agentes de la Policia Federal establecerían el perímetro de seguridad y sometería al personal de seguridad del hotel & resort.
Paso Tres: Los 12 agentes que integraban la unidad especial ingresarían a la vivienda para lograr la captura del capo.
El gobierno estadounidense únicamente supervisaría los movimientos sin intervenir directamente.
El Operativo Fallido
Desde un principio, y de manera sospechosa, todo salió mal.
Los 51 agentes federales que establecerían el perímetro de seguridad, no llegaron a la 1:30 AM, como habían sido acordado con el Gobierno de México.
Los únicos que estuvieron en sus posiciones fueron los 12 agentes de la unidad especial, pero sin anillo de seguridad, sería difícil ejecutar la detención.
De tal modo que el gobierno de Estados Unidos tuvo que comunicarse con los agentes de la Policía Federal, informando que llegarían en 20 minutos, lo que no ocurrió porque llegaron hasta una hora mas tarde.
A pesar del retraso, y tras una rápida reunión, los agentes concluyeron que aún era posible realizar la detención, así es que dio inicio el operativo.
Tal y como se había previsto, no hubo mayores dificultades para someter al personal de seguridad del hotel & resort, por lo que la perspectiva de captura era buena, porque el narcotraficante y sus escoltas, no serían alertados.
Sin embargo, después llegaron los errores.
Por alguna razón que el agente del FBI, José Moreno, todavía no logra explicarse, los agentes federales, reventaron la casa equivocada, y no la que habían marcado en el diagrama, como prioritaria, generando retraso y ruido en las casas contiguas.
Y cuando por fin, lograron llegar a la casa objetivo, vino el siguiente error, quizá el mas grave.
«Los policías ingresaron por la puerta de enfrente, pero nadie cubrió la puerta trasera. En el cateo, este es un procedimiento elemental, pero el personal de la fuerza especial, no lo llevó a cabo. Ya sabíamos que era un grave error, pero no pudimos intervenir«, explicó el agente del FBI.
Cuando ingresaron a la recámara del capo, Joaquín «El Chapo» Guzmán y sus escoltas, habían escapado.
Lo único que encontraron fue un arsenal que dejó atrás, entre los que había granadas, lanzagranadas y armas largas. Además dentro de la mansión fueron encontradas computadoras, equipos telefónicos y papeles.
El agente del FBI, José Moreno, dijo que tomaron fotografía de todo, pero el gobierno de México, se quedó con todos los equipos.
En los días siguientes, los agentes federales implementaron operativos en Cabo San Lucas y San José del Cabo, llegando hasta La Paz y Ciudad Constitución.
Sin embargo, la señal telefónica de «El Chapo» se había perdido, y así permaneció otros tres años hasta que la Secretaría de Marina, logró capturarlo en Mazatlán, Sinaloa con el apoyo del gobierno de Estados Unidos.