La Paz, Baja California Sur.– Desde dos años, la señora Alejandra «N», presentó una serie de quejas en instancias gubernamentales, después de que una vecina, convirtiera su vivienda en un refugio de perros callejeros, localizada en la calle de La Ribera entre Forjadores y Callejón 1 en la colonia Emiliano Zapata de la Capital del Estado.
Dentro de la casa, según la denuncia con el número de expediente 238/2024, vivían alrededor de 20 canes en apariencia física de descuido, y los cuales salían a la vía pública, únicamente a alimentarse de basura.
Desafortunadamente, los perros se encontraban en condiciones deplorables, ya que la casa donde habitan estaba «llena de ropa podrida, excremento de animales y fugas de agua«, porque la dueña de la casa, no limpiaba.
La denunciante y un grupo de vecinos, hablaron una y otra vez con la propietaria de la vivienda, identificada como Dora María «N» sobre las condiciones de vida de los perros, recomendando que mantuviera limpia la casa, en caso de seguir conservando a los animales.
Sin embargo, la propietaria de la casa, siempre se negaba.
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El caso que detonó el hallazgo de los perros en aparente estado de abandono fue cuando la vecina, harta y enfadada de está insalubre situación, presentó una queja en el Juzgado Cívico del XVII Ayuntamiento de La Paz, después de descubrir que una perra muerta, y en estado de descomposición, era el platillo de comida de los caninos encerrados dentro de la casa.
La situación terminó por causar alarma entre todos los vecinos, tras enterarse que los perros se estaba alimentando de un can en estado de putrefacción, por lo que tomaron la decisión de no tolerar mas esta situación, sobre todo por las siguientes razones:
1.- El estado de salud de los perros
2.- La insalubridad que estaban viviendo
3.- Los fétidos olores que desprendían el animal muerto.
Lo único que la dueña de la casa, Dora María «N», hizo fue levantar una barda de su casa para evitar que pudiera observarse lo que ocurría dentro de la vivienda.
Después del hallazgo y rescate de los perros, el pasado 19 de septiembre fue celebrada una audiencia en el Juzgado Cívico, adscrito a la Dirección General Municipal de Prevención del Delito y Justicia Cívica.
La dueña de la vivienda, Dora María «N», reconoció encargarse de recoger perros callejeros y guardarlos en su casa.
Aunque originalmente alegó que sí alimentaba a los canes y hasta limpiaba la casa, las fotografías y videos de las condiciones en que fueron encontrados, probaron todo lo contrario.
De tal modo que el Juez Cívico determinó declarar como responsable de una falta administrativa a la señora Dora María «N», por infringir el Artículo 74, fracciones V, VI, VII, VIII y IX, del Bando de Policía, Buen Gobierno y Justicia Cívica del Municipio de La Paz.
A la letra dice:
ARTÍCULO 74.- Se considerarán infracciones, a los actos en perjuicio de los animales:
- Torturar o maltratar a un animal por maldad, brutalidad, egoísmo o grave negligencia, cargarlo con exceso o cometer cualquier acto de crueldad con el mismo;
- Toda privación de aire, luz, alimento, bebida, espacio suficiente o abrigo contra la intemperie, así como el suministro y aplicación de substancias u objetos ingeribles o tóxicos, que causen o puedan causar daño a un animal;
- Permitir el propietario y/o poseedor de un animal que este transite libremente, o transitar con él sin tomar las medidas de seguridad necesarias, de acuerdo con las características particulares del animal, para prevenir posibles ataques a otras personas o animales, azuzarlo, no contenerlo, o no recoger sus haces fecales.
Sobre este caso, la directora General Municipal de Prevención del Delito y Justicia Cívica del XII Ayuntamiento de La Paz, Daniela Rubio, reveló que la dueña de la vivienda se hizo acreedora a una multa de 10 mil 857 pesos.
Además, la servidora pública, advirtió de que en caso de reincidencia en un lapso no mayor a seis meses o incumplimiento a la orden del Juez Cívico, la dueña de la casa, podrá ser acreedora a un arresto de hasta 36 horas.
El Juez Cívico determinó que Dora María «N», no es una persona apta para poseer y cuidar animales domésticos de ningún tipo.