La Paz, Baja California Sur.- En la reapertura de la investigación del homicidio del joven abogado Jonathan Hernández Ascencio, ocurrido el 4 de marzo del 2010, en el ocaso del trágico sexenio del ex gobernador Narciso Agúndez Montaño, los dos principales sospechosos del atroz crimen, según el señalamiento que obra en el expediente , son connotados personajes del gobierno del gobernador de Baja California Sur, Víctor Manuel Castro Cosío.
1.- Narciso Agúndez Gómez, actual director de la Administración Portuaria Integral (API).
2. Christian Agúndez Gómez, diputado local por el Partido del Trabajo (PT).
Tanto el servidor público de la 4T como el del cargo de representación popular son hijos del ex gobernante, encarcelado por el delito de peculado tras intentarse apropiarse de 7 terrenos a través de prestanombres en el exclusivo fraccionamiento del Pedregal de Cabo San Lucas.
«Me disparo el hijo del gobernador«, acusó Héctor Hernández Ascencio, primo de Jonathan, cuando era trasladado al hospital general «Juan María de Salvatierra«, después de recibir un disparo en el cuello.
Lo anterior fue declarado por el testigo Enrique Gómez Duarte, en la carpeta de investigación LPZ/010/HOM/2010.
La versión fue leída públicamente por el entonces secretario de Acuerdos de la Mesa 2 del Juzgado de Primera Instancia del Ramo Penal, Mario Alonso Zazueta, cuando fue detenido Carlos Alejandro Castro Castro «El Bebo», sobrino del actual gobernador, Víctor Manuel Castro Cosío, así como Emilio González Rubio y Alonso Jassiel Soto Murillo, como presuntos responsables del crimen de Jonathan Hernández Ascencio.
«Me disparó el hijo del gobernador»: Héctor Hernández Ascencio
Aunque posteriormente fueron liberados tras descubrirse que únicamente fueron utilizados para proteger al responsable material del crimen, hasta el día de hoy, no se sabe quién de los dos hijos del ex gobernador, según la acusación de Héctor Hernández Ascencio, es la persona que disparó el arma en su contra y de su primo Jonathan Hernández Ascencio.
El día de la agresión, el testigo Enrique Gómez Duarte, relató que esa noche alrededor de la 9:30 de la noche, había ido a ver el partido de fútbol México contra Nueva Zelanda en el bar Las Micheladas.
Posteriormente, dijo, llegaron sus amigos, Hugo Francisco Espinoza y Jorge Calderón Naranjo, quedándose en el segundo piso tomando cerveza.
«Serían aproximadamente entras las 2:30 o 3:00 de la mañana del día 4 de marzo, cuando se escucharon varias detonaciones de arma de fuego, y sé que fueron detonaciones de arma de fuego porque conozco el sonido de detonaciones de arma de fuego«, dijo.
El testigo dijo que las personas que es encontraban en la mesa de enfrente corrieron hacia la barra de Las Micheladas, localizada en la parte de enfrente.
«¡Mataron a alguien!», dijeron, entonces Enrique Gómez Duarte y sus amigos, bajaron a ver qué pasaba, y cuándo llegaron «me dí cuenta que estaba un muchacho tirado sobre la banqueta sin moverse, y otra persona del sexo masculino, tomándose la parte del cuello y le mire sangre en la mano donde se estaba agarrando«.
«¡Ayúdame! ¡Ayúdame!«, dijo el herido al testigo, resultando ser el primo de Jonathan, Héctor Hernández Ascencio, herido durante el ataque.
Por lo anterior, el testigo corrió hasta su carro color azul Honda Accord que estaba estacionado en la esquina, dando reversa y manejando de frente para llegar al lugar, por lo que su amigo, Hugo Espinoza, abrió la puerta y subieron al herido a la parte de enfrente del copiloto, trasladándolo al hospital «Juan María de Salvatierra«.
Durante el camino, según el testimonio de Enrique Gómez Duarte, el herido Héctor Hernández Ascencio, comentó textualmente: «Me disparó el hijo del gobernador«, repitiendo la acusación varias veces y marco con su radio a un familiar, pidiéndole ayuda, explicando que estaba herido y derramaba mucha sangre.
El herido colgó, y según el testigo, marcó a su papá, pidiéndole perdón por lo que había pasado, explicando que lo quería mucho y lo extrañaba.
PAPA DE JONATHAN ACUSA AL DIRECTOR DEL APIBCS
Durante una entrevista, el propio padre de Jonathan, Daniel Hernández Aguirre, dijo que la postura negativa de los ex gobernadores Marcos Alberto Covarrubias Villaseñor y Carlos Mendoza Davis, y del actual, Víctor Manuel Castro Cosío, por esclarecer el crimen de su hijo, es porque tienen un pacto de no tocar a la familia.
«Se pueden meter a la cárcel ellos, entre gobernadores, pero los hijos no se tocan. Esa es la situación, y mientras exista ese código, los presuntos asesinos de mi hijo van andar libres«, citó textualmente.
«Yo creo que le corresponde a la Procuraduría investigar esas versiones que hay. Hay versiones directas y hay testigos que me lo han dicho, pero no se animan a declarar. Gente que estuvo aquella noche ahí. Donde el hijo de Narciso, el que está en el API, se llama Narciso, quien sabe qué, él fue el que se brincó el barandal y mató a mi hijo y el que correteó a mi otro hijo«, citó.
Desgraciadamente, el padre de Jonathan dijo que los expedientes han sido viciados por cuatro administraciones.
«O sea, yo creo que Víctor (Manuel) (Castro Cosío), ya no se puede estar haciendo pendejo. Aquí, hay una realidad, aquí no se puede estar tapando el sol con un dedo«, comentó.
El padre de la víctima consideró que lo más preocupantes es que a los principales sospechosos del crimen ahora tengan cargos públicos en el gobierno de Víctor Manuel Castro Cosío.
«Al rato Los Bebos Junior van a tener cargos púbicos también ¿ o sea ?«, señaló.
RECONSTRUCCION DEL CRIMEN
Durante esta mañana, y de manera sorpresiva, la Procuraduría General de Justicia del Estado, ordenó el cierre del malecón entre Miguel Hidalgo y Costilla y José María Morelos y Pavón en el centro de la capital del estado.
El objetivo era iniciar un proceso de reconstrucción de los hechos del homicidio, en el antiguo Bar de Las Micheladas, ocurrido hace doce años, cuando de manera artera, Jonathan Hernández Ascencio fue acribillado a balazos.
La investigación del crimen del joven abogado fue viciada, cuando Narciso Agúndez Montaño, era gobernador del estado, buscando proteger al verdadero asesino de Jonathan.
En aquella ocasión, Narciso Agúndez Montaño, cesó a Fernando González Rubio Cerecer, como procurador por así «convenir a sus intereses«, y colocó a Karim Martínez Lizárraga, quien vició todo el expediente, alterando los testimonios originales y describiendo al principal homicida como una persona «alta, media gordita y tez morena clara«, la que no encuadraba con ninguno de los hijos del ex gobernador.
A 12 años del crimen, esta es la quinta vez que la investigación del Caso Jonathan, es reabierta.
A diferencia de las anteriores, hoy, fue por una instrucción presidencial.
La reapertura del caso, entre otras cosas, contiene el siguiente fragmento de un interrogatorio:
–Que diga el declarante si sabe que esta persona fungía como gobernador en 2010.
–Sí, el gobernador era Narciso Agúndez Montaño.