Miraflores/Baja California Sur/Noticias. Una tarde de convivencia familiar estuvo a punto de convertirse en tragedia, en el restaurante “Doña Pame”, ubicado en este poblado, al norte de San José del Cabo.
Una familia tomó la decisión de llegar al negocio de comida tras dar un paseo en la comunidad turística.
Cuando esperaban los alimentos, una niña de 5 años, se alejó de la mesa, aprovechando una distracción de sus padres.
Hizo un recorrido para conocer el sitio hasta llegar a un pozo de agua, a un costado del local.
El pozo de 8 metros de profundidad, no tenía algún señalamiento de peligro o una advertencia de que se acercaran al punto, como parte de los protocolos que exige la dirección de Protección Civil, en este tipo de lugares.
De tal modo que llevada por la curiosidad, la infante se asomó y perdió el equilibrio, cuando se asomaba al oscuro fondo.
La infante cayó de una altura de 8 metros, golpeando su cuerpo con el agua en lo profundo del pozo, y con riesgo de ahogarse.
Afortunadamente, las habilidades de nado de la menor la salvaron de morir. Se mantuvo a salvo flotando sobre el agua y en espera de ser rescatada.
Los familiares de la niña pidieron la ayuda de los propietarios y clientes del negocio, quienes buscaron objetos de salvamento para extraerla del pozo. Encontraron una gruesa cuerda entre las herramientas de limpieza del restaurant.
Con el tiempo en contra, varias personas se reunieron alrededor del pozo para efectuar el rescate.
Lanzaron la soga para que la punta llegara al estrecho espacio en donde estaba la niña.
Sujeta de una fuerte polea, la cuerda resistió el peso de la menor que se aferró con todas sus fuerzas a ella, mientras su cuerpo era jalado a la superficie.
Las labores rindieron frutos, la niña salió del pozo para recibir los primeros auxilios.
Un equipo de paramédicos valoró a la menor. Registró golpes en el cuerpo e inflamaciones en una costilla y el brazo izquierdo.
Una ambulancia llegó a las instalaciones del restaurant, para trasladarla a un hospital.
Sin embargo, la dueña del negocio, Lucy Trasviña, se opuso a que la unidad médica saliera de su propiedad, bajo el argumento de que los padres de la víctima, no habían pagado la cuenta.
En medio de toda esta tragedia, la majadera mujer, obligó a los padres a bajarse de la ambulancia e ir hasta la caja a pagar la cuenta, perdiéndose valioso tiempo, a pesar de que dejarían su carro y regresarían al lugar mas tarde.
Después de liquidar la cuenta, los padres pudieron acompañar a su hija para que recibiera atención médica.
El persona médico que atendió a la infante obviamente se dio cuenta que el restaurante “Doña Pame”, no cuenta con señalamientos de prevención ni tapas de seguridad en el peligroso pozo de agua construido en su patio, que desde luego, es una trampa mortal para cualquier niño.
Lo anterior es una amenaza latente para cualquier persona que visite el restaurant, por la falta de elementos de precaución en la profunda fosa.
Afortunadamente, la infante, aunque salió lastimada, podrá contar su historia, lo que quizá no pueda suceder con otros niños que visitan el lugar.