Guerrero Negro, Baja California Sur.- La última voluntad del pequeño Kristian de Jesús Martínez Amador, después de ser internado de gravedad en una clínica de la ciudad de La Paz, fue donar los órganos de cuerpos, en caso de fallecer.
El infante de 11 años buscó salvar la vida de otros cuatro niños que como él, en ese momento, luchaban por sobrevivir.
El niño originario de esta población salinera, se comportó como un verdadero guerrero. Enfrentó valientemente la enfermedad que estuvo aquejándolo hasta los últimos días de su vida.
Sin embargo, el infante, no pudo más y su vida se extinguió el pasado 20 de febrero.
Los padres del infante, Antonio de Jesús Martínez y Verónica Amador Arce, hicieron todo lo que estuvo en sus manos para que Kristian de Jesús, pudiera recuperarse, y lograr su sueño de tener un automóvil BMW, de cuya marca era verdaderamente apasionado.
El infante, tras conocer el sufrimiento de otros niños, solicitó donar sus órganos para darle vida a otros infantes enfermos, en caso de morir, dando una gran lección de amor, fortaleza y vida al prójimo.
El niño Kristian de Jesús era estudiante de la escuela primaria «David Alfaro Siqueiros«, donde era muy querido y apreciado por su don de gente.
El 21 de febrero, tras donar sus órganos, el cuerpo sin vida fue trasladado hasta esta comunidad, donde fue despedido con honores por sus familiares y amigos en la Funeraria San José.
Descanse en paz Kristian de Jesús