Turquia.- Cuando la ayuda llegaba de todas partes del mundo a Turquía, un set de fotografías tomadas por la agencia francesa AFP, comenzaban a circular en todos los medios internacionales.
El señor Mesut Hacer, tomaba la mano de su hija Irmak, fallecida entre los escombros de un edificio que colapso durante el terremoto.
El padre de 49 años se negó abandonar a su hija de 15 años.
La desgarradora fotografía del padre con chaqueta naranja tomando la mano de su hija no fue mas que el recuerdo de la tristeza y el dolor, provocado por el sismo que mató a más de 22 mil 300 personas, según el último balance.
El padre de la adolescente fue entrevistado en el cementerio de Kapicam, justamente sentado junto a la tumba de su hija marcada con el número 380.
El papá relató que esa madrugada estaba trabajando en el horno, cuando el suelo tembló.
«Llamé a mi esposa y me dijo que mis hijos estaban bien«, dijo.
Sin embargo, recordó que esa noche su hija menor se había ido a dormir con su abuela, porque sus primos habían llegado y quería estar con ellos.
Después de llamar y no obtener respuesta de Irmak, el padre tuvo que ir hasta la casa, donde durmió su hija.
Cuando llegó lo primeros que vio fue el edificio colapsado, y comenzó a buscar a su hija entre los escombros hasta llegar a la cama donde yacía con el techo encima.
El padre identifico primero a su hija por la ropa, entonces comenzó a mover escombros con sus propias manos, tratando de sacar a su hija, pero no pudo.
La pesada losa de un techo encima de la cama donde estaba acostada su hija, impidió que pudiera rescatarla.
Entonces, resignado, se sentó a un lado, y tomándola de la mano, comenzó a rezar.
«Trate se salvar a mi princesa, pero al final no pude salvarla«, finalizó llorando.