Ciudad de México.- Distintas marcas de jamón incumplen el porcentaje de carne que anuncian, otras contienen menos producto, otras omiten información o están fuera de las normas, observó el estudio del Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor dado a conocer en el número de agosto de la Revista del Consumidor.
El análisis incluyó más de 570 pruebas a 44 productos de distintas marcas y clasificaciones (Extrafino, Fino, Preferente, Comercial y Económico).
En cada producto se analizó: calidad sanitaria, calorías, carbohidratos, fécula, grasa, humedad, proteína, sodio y tipo de carne.
Entre las principales conclusiones del estudio destaca que están fuera de la norma:
Parma Campestre, Jamón de pierna 250g se ostenta como «fino», pero contiene fécula que, de acuerdo a esa clasificación, no debe tener. (El fabricante mostró el cambio de etiqueta para que corresponda a la categoría “preferente”)
Cuadritos, jamón virginia de pavo no cumple el porcentaje de proteína libre de grasa, de acuerdo a la clasificación «preferente» que ostenta.
Parma Sabori, jamón virginia de pavo 250g no cumple con el 25% de reducción de sodio para ostentarse como «Reducido en sodio».
Por otra parte, Bafar, jamón de pavo 400g, y Duby, jamón cocido de pavo 500g, tienen 4.7% y 4.6% menos producto, respectivamente, por lo que no cumplen con el contenido anunciado.
Galy, jamón cocido de cerdo y pavo, incumple el porcentaje mínimo de cerdo que debe tener, ya que contiene 51.5% y debe tener mínimo de 55%.
La marca Parma, jamón de pierna york 200g, no indica la clasificación comercial.
El Sparta Cocido, jamón de pavo y cerdo de 1 kg, no debería usar la denominación jamón puesto que contiene pollo que no declara en ingredientes. El fabricante mostró cambio en la formulación y nueva etiqueta del producto.
Duby 500g se denomina “jamón cocido de pavo” pero la totalidad de la carne utilizada no corresponde a muslo de pavo, como lo exige la Norma Oficial Mexicana-158-SCFI-2003.
Lala Plenía, jamón virginia de pavo 250g, no indica el porcentaje de proteína de soya adicionada. (El fabricante cambió la etiqueta para corregir la omisión del porcentaje de soya). Por su parte, San Rafael, jamón real pierna 300g contiene almidón que no incluye en sus ingredientes.
La Profeco recuerda a los consumidores: Puede haber algunos ingredientes que se consideren alérgenos para algunas personas como gluten, leche o soya. Existen otros embutidos cuyas características a simple vista pueden ser similares a un jamón, pero que no se denominan como tal, por ello conviene comparar productos, 100 gramos de jamón fino, por ejemplo, puede costar lo mismo que la igual cantidad de jamón extrafino, dependiendo de la marca.
De acuerdo con el grado de calidad, se emplean otros ingredientes, además de materias primas cárnicas que sean más baratas. Algunas marcas incorporan ingredientes no cárnicos cuyo objetivo es sustituir una parte de la carne con un aporte proteico y funcional (soya), mientras que hay otros ingredientes como los almidones o las féculas de papa, maíz o chícharo; así como la carragenina, que se utiliza para aumentar la capacidad de retención de agua.