La Paz, Baja California Sur.- Cuatro días después que el Sistema Meteorológico Nacional de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), dio a conocer el 16 de octubre el surgiendo de la tormenta tropical «Norma«, el gobernador de Baja California Sur, Víctor Manuel Castro Cosío, y la presidenta municipal de La Paz, Milena Quiroga Romero, salieron rumbo a Ciudad Constitución.
Los gobernantes fueron a estelarizar el evento «Unidos por la Transformación«, celebrado por la noche del 20 de octubre, distrayendo todo su tiempo en una abierta campaña política con miras al proceso electoral del 2024.
En un evento rellenado con servidores públicos del Ayuntamiento de Comondú, y con la ausencia del pueblo sabio, el gobernador de MORENA, hacía un llamado alinearse a los candidatos que pretende imponer en el futuro inmediato, en vez de estar iniciando los preparativos en la víspera del impacto del Huracán «Norma«, después de que –ese día por la mañana– había encabezado la primera sesión del Consejo Estatal de Protección Civil.
Sin embargo, el gobernador parecía estar más preocupado por placear a sus candidatos que en diseñar, organizar y formalizar un plan de trabajo de qué hacer antes, durante y después del impacto del Huracán «Norma«.
Quizá por todo eso fue mas que evidente la fallida estrategia del Consejo Estatal de Protección Civil, cuando el ciclón estaba prácticamente encima de Baja California Sur, tomando por sorpresa a toda la población civil, por las siguientes razones:
1.- Originalmente anunciaron que el ciclón impactaría como tormenta tropical y después cambiaron a Huracán Categoría Uno, aunque finalmente, el fenómeno pegó en Categoría 2.
2.- Originalmente dieron a conocer que el Huracán entraría por Cabo San Lucas, y finalmente, entró entre Todos Santos y El Pescadero.
La información errónea que una y otra vez el Consejo Estatal de Protección Civil transmitía a la población, comenzó a generar una fuerte confusión a tal punto que en redes sociales, la ciudadanía comenzó a quejarse de que no sabían qué creer y a quién creer.
La desinformación generada desde el propio seno del Consejo Estatal de Protección Civil, era mas que evidente conforme pasaban las horas.
Peor aún.
El mayor ausente durante la contingencia fue, paradójicamente, el propio presidente del Consejo Estatal de Protección Civil, es decir, Víctor Manuel Castro Cosío, porque con el ciclón encima, nadie sabían qué decir ni qué hacer.
Las proyecciones –según el Consejo Estatal de Protección Civil— es que el Huracán «Norma» tocaría tierra alrededor de las 8 de la tarde del sábado 21 de octubre en Cabo San Lucas, Baja California Sur, lo que provocó que todo mundo se confiara la noche del viernes 20 de octubre.
Así, la población de La Paz, no se preparó con tiempo, confiada en la información del Consejo Estatal de Protección Civil, respecto de que el ciclón, entraría hasta la tarde del sábado 21 de octubre por Los Cabos.
Lo mismo paso con la presidenta municipal de La Paz, Milena Quiroga Romero, ya que no habilitó la noche del viernes los albergues temporales, tal y como era su responsabilidad, pensando que tendría un margen de tiempo para hacerlo por la mañana.
El inesperado golpe de «Norma»
Desafortunadamente, y para la mala suerte de la ciudadanía de La Paz, pareciera ser que ningún solo integrante del Consejo Estatal de Protección Civil, advirtió que el Huracán «Norma«, comenzaría a generar los primeros estragos desde la noche del viernes 20 de octubre, y la madrugada del sábado 21.
Nadie ni por curiosidad parece haber revisado la información de los pronósticos del tiempo, particularmente en el tema de la velocidad del fenómeno meteorológico, como se describe a continuación:
1.- Desde su formación, el 16 de octubre, «Norma«, presentaba una velocidad de desplazamiento de 11 kilómetros por hora.
2.- El 18 y 19 de octubre, la velocidad del desplazamiento, subió a 13 kilómetros por hora.
3.- El viernes 20 de octubre, el ciclón ya presentaba una velocidad de desplazamiento de 15 kilómetros por hora.
Es decir, desde que el Consejo Estatal de Protección Civil tuvo conocimiento de «Norma«, la velocidad de desplazamiento subió 4 kilómetros por hora, lo que dejaba entrever que llegaría mas rápido de lo pronosticado por la Comisión Nacional del Agua. Pero nadie lo advirtió.
Y así fue, de tal modo que el viernes por la noche, comenzó a llover primero en Los Cabos y más tarde en La Paz. Desde entonces, no paró de llover, por lo que durante el amanecer del sábado 21 de octubre, todo estaba inundado.
Las calles y avenidas de Los Cabos y La Paz, eran un verdadero desastre. Tan es así que la presidenta municipal de La Paz, Milena Quiroga Romero, fracasó en su intención desesperada de instalar los refugio temporales.
La mayoría de los albergues fueron habilitados sin colconetas, cobijas, alimentos y agua.
La población civil, como en el caso de la comunidad El Centenario, comenzó a llegar completamente empapada de agua, pero –según su propia denuncia– «no había colchonetas, cobijas, alimentos y agua«.
El gobierno de Milena Quiroga Romero, estaba literalmente ausente.
Vergonzosamente, los propios afectados hicieron un llamado a la alcaldesa Milena Quiroga Romero a través de redes sociales, a fin de que enviara insumos a los albergues urbanos y rurales.
Más tarde, y con el rostro desencajado, la presidente municipal de La Paz, apareció en el albergue de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), acompañada del secretario general, Homero Davis Castro.
En medio de la contingencia, la Policía Municipal de La Paz y Fuerzas Armadas, sacaban de sus casas a los habitantes de zonas de alto riesgo, como la colonia Manuel Márquez de León, tras advertir que podría vendría una catástrofe por la lluvia que duró casi 48 horas.
La desesperación del Gobernador
Durante la contingencia fue notaria la ausencia del gobernador de Baja California Sur, Víctor Manuel Castro Cosío.
La razón fue porque quedó atrapado en Los Cabos, tras asistir a la reunión del Consejo Municipal de Protección Civil. Ese decir, fue a Los Cabos, y por la crecida de la corriente de agua en los arroyos de la zona, ya no pudo regresar a La Paz.
De tal modo que no pudo presidir las siguientes reuniones en La Paz, por lo que el Consejo Estatal de Protección Civil, dirigido por el secretario general de gobierno, Homero Davis Castro, se convirtió en un desastre. Falló en todo y atinó en nada.
En su desesperación, y en el punto más álgido del ciclón, Víctor Manuel Castro Cosío, se aventó la puntada de enviar un audio vía WhatsApp solicitando reenviarlo a todos sus contactos, donde –según él– explicaba lo que iba a suceder.
El audio enviado por el gobernante de MORENA fue como un grito de desesperación, tras observar qué habían fracasado y fueron rebasados en todos los sentidos por el Huracán «Norma», lo que evidentemente esa su responsabilidad moral por no tomar sus providencias a tiempo.
En el audio, el gobernador informaba que había enviado un comunicado que el Huracán iba a pegar «cada vez más cerca a La Paz«.
«Va pasar por un lado, pero los vientos se van a sentir cada vez mas fuertes. Tapen lo que puedan, prepárense con agua, es importante que gasten lo menos posible de agua, son dos días, todo el día va estar así, después de las 6 de la tarde (sábado 21 de octubre) probablemente ya baje el viento, pero el agua va a seguir y va haber muchas inundaciones, no salgan sino es necesario«, citó textualmente, recomendando compartir el audio con la gente mas cercana.
El gobierno había fracasado.
Después de casi 20 horas de ausencia, el gobernador reapareció públicamente para informar que el saldo había sido de saldo blanco, claro que sin considerar a todas las personas perdieron su patrimonio, tras inundarse sus viviendas, y bien sus vehículos, arrastrados por las corrientes de agua de los arroyos.
Oficialmente, todavía no hay un balance de daños en calles, carreteras, postes de luz, arboles, negocios, viviendas y vehículos, entre otras cosas.