La Paz, Baja California Sur.- El pasado 4 de septiembre, el Consejo Municipal de Protección Civil aprobó la reapertura gradual de 8 playas de La Paz, como parte del reinicio de actividades de recreación en el estado sudcaliforniano, durante la etapa de Nueva Normalidad.
Sin embargo, 24 horas después de haber sido anunciado por las autoridades municipales de que el aforo permitido en los balnearios paceños sería del 30 por ciento como máximo, cientos de habitantes de la ciudad capital hicieron inmensas filas en la carretera que lleva a los filtros de acceso a las playas más populares de la región, buscando ganar un lugar en estos espacios de esparcimiento y relajación.
El sábado 5 y domingo 6 de septiembre, el límite de bañistas permitido en las playas Balandra y El Tecolote, fue rebasado por la alta demanda de personas que quisieron ingresar a estos sitios de recreo, después de tediosas horas de embotellamiento vial en medio de la carretera originado por más ciudadanos y turistas que desean disfrutar del sol, arena y mar dentro de las marinas locales, en compañía de sus amistades y familias.
De acuerdo a datos ofrecidos por la Zona Federal Marítimo Terrestre (ZOFEMAT), el aforo obligatorio en Playa Balandra es de 120 personas, mientras que en El Tecolote, el reglamento de prevención indica que solo pueden ingresar 400 personas en total, por considerarse una zona de convivencia mayor, gracias a la importante extensión territorial que prevalece alrededor del histórico litoral.
El objetivo es de evitar aglomeraciones sociales que pongan en riesgo a la sociedad, pero, no obstante, las largas filas de coches comienzan a registrarse desde las 6 de la mañana, hora en que los primeros visitantes empiezan a arribar a los filtros de inspección para poder entrar a las playas.
A pesar de que los horarios temporales de estancia en las playas más concurridas de la ciudad se manejan de 11 de la mañana a 8 de la noche, desde las primeras horas del pasado fin de semana decenas de vehículos abarrotados de personas ya se mostraban dispuestos a aprovechar las cálidas aguas de La Paz.
Tuvo que ser necesario activar un operativo de emergencia para controlar la demanda de personas, ya que el tráfico vehicular saturó en menos de 2 horas los puntos de revisión instalados por ZOFEMAT. Aquellos visitantes que llegaban a los filtros de inspección después de la 11 de la mañana, tuvieron que resignarse a volver a la ciudad, ya que el aforo obligatorio había llegado a su límite, provocando molestia y conflictos entre el personal de ZOFEMAT y los bañistas frustrados por haberle negado la entrada a los balnearios.
Para el próximo fin de semana se prevé un aumento de visitantes a las playas paceñas, luego de que la apertura de balnearios ha provocado un descontrol en las vías terrestres que se utilizan para llegar a las marinas, debido a la alarmante demanda de personas que desean pasar su día en las costas locales, sin tomar en cuenta los reglamentos de protección que se mantienen en estos lugares, que se suman a la fase de control y mitigación de la curva epidemiologica por Covid-19 en Baja California Sur.