La Paz/Baja California Sur/Noticias. – Considerado el peor congreso de la historia reciente de Baja California Sur, los diputados de la XV Legislatura, finalmente se fueron y pasaron sin pena ni gloria.
Los más abusivos, los mas ladrones, los mas peleoneros y los mas flojos, ahora forman parte de la historia negra del congreso local con mayoría absoluta de MORENA.
En los tres años que estuvieron como legisladores Héctor Manuel Ortega Pillado, Ramiro Ruíz Flores, Esteban Ojeda Ramírez, Milena Paola Quiroga Romero, Perla Guadalupe Flores Leyva, Carlos José Van Wormer Ruíz, María Petra Juárez Maceda, Homero González Medrano, María Rosalba, Rodríguez López, Soledad Saldaña Bañalez, Humberto Arce Cordero, Sandra Guadalupe Moreno Vázquez, José Luis Perpuli Drew, Marcelo Armenta, Rigoberto Murillo Aguilar, Lorenia Lineth Montaño Ruíz, Daniela Viviana Rubio Avilés, Anita Beltrán Peralta, Maricela Pineda García, Elizabeth Rocha Torres y María Mercedes Maciel Ortíz, fueron auténticos protagonistas de lujos, excesos, pleitos, confrontaciones, robos y desvío de recursos públicos.
Sin embargo, a excepción de algunos, jamás brillaron por su trabajo en el quehacer legislativo.
Desde su llegada, los diputados salientes que presumían ser dignos representantes del “cambio verdadero”, utilizando el escudo de la 4T, únicamente se despacharon con la cuchara grande.
Tres meses después de que tomaron protesta, el 13 de diciembre de 2018, aprobaron un ingreso extraordinario de 20 millones de pesos para el ejercicio fiscal de 2019, pasando el techo financiero original de 214 millones a 234 millones de pesos.
El dinero extraordinario no fue etiquetado, pero los mismos legisladores corrieron la versión de que sería utilizado para el pago de laudos, dinero –según justificaron—“sería usado bajo los principios de eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez”.
Sin embargo, una investigación de MetrópoliMx, publicada el 3 de octubre de 2019, y tras un año de juicio en el Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Público y Protección de Datos Personales (ITAI), descubrió que parte de los 20 millones extraordinarios habían sido destinado al pago de bonos bimestrales y bonos trimestrales de los legisladores.
De tal modo que los diputados, recibían 100 mil pesos cada dos meses y 100 mil pesos cada tres meses.
En suma, cobraron un millón de pesos cada año por concepto de bonos.
Lo anterior, independientemente de su salario que era de 173 mil pesos, distribuido de la siguiente manera:
1.- 88 mil pesos por concepto de sueldo y dietas
2.- 35 mil pesos por apoyos asistenciales
3.- 40 mil pesos por fondo de ahorro
4.- 10 mil pesos por gasolina.
Los diputados inventaron bonos para atracar el presupuesto del congreso de BCS. Aquí, puedes leer la historia completa: https://metropolimx.com/diputados-inventaron-bonos-para-atracar-presupuesto-del-congreso-de-bcs/
A pesar de que los diputados tenía un presupuesto asignado para “gastos de representación” y “apoyos asistenciales” y obtenían ingresos de 243 mil pesos mensuales, incluido lo de los bonos, todavía utilizaban el presupuesto público, como si se tratara de su dinero personal y compraban y pagaban discrecionalmente vuelos de avión para amigos y familiares, sin fundar y motivar el viaje.
Es el caso de los legisladores, Ramiro Ruíz Flores, Sandra Moreno Vázquez, Marcelo Armenta, Perla Guadalupe Flores Valenzuela, Soledad Saldaña Bañalez, LÑorenia Lineth Montaño Ruíz, Elizabeth Rocha Torres, María Petra Juárez Maceda y José Luis Perpuli Drew.
Conoce la historia de los diputados de «altos vuelos»: https://metropolimx.com/diputados-de-altos-vuelos/
El cinismo de los legisladores fue tal que inclusive algo como el diputado Rigoberto Murillo Aguilar, metían gastos por comprobar al congreso para recuperar el dinero que gastaban en sus gustitos personales.
Por ejemplo, desayunos, comidas y cenas y pasteles y hasta café que degustaban en negocios como Starbucks.
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El diputado del PES, Rigoberto Murillo Aguilar, tras secuestrar la Dirección de Finanzas y Administración del Congreso del Estado, utilizó el dinero de la legislatura, como caja chica al punto de elaborar cheques y cobrarlos para pagar asuntos personales, y los cuales hoy están observados por la Auditoria Superior del Estado.
Uno de tantos cheques, fue expedido a su nombre por 500 mil pesos, sin tener un concepto de destino, en el mes de septiembre de 2020, lo que podría ser la caja de pandora para que los nuevos diputados abran una investigación y deslinden responsabilidades penales.

La misma observación incluye a personas que fungen como reporteros y periodistas, y quienes en los tres años de la XV Legislatura, habrían cobrado alrededor de 5 millones de pesos por supuesta difusión de actividades, sin embargo, no entregaron ni facturas ni soportes de lo que según hicieron.