La Paz, Baja California Sur.- Tres semanas después de haber detectado el pasado 16 de diciembre el primer caso sospechoso de la variante Ómicron, el Consejo de Seguridad de Salud en Baja California Sur, reaccionó tardíamente.
Las tres semanas fueron el preciado tiempo que la administración del gobernador Víctor Manuel Castro Cosío, perdió para planear, organizar y tomar nuevas medidas.
No tuvo ni la más remota idea de que estaba llegado la cepa más contagiosa hasta este momento del Coronavirus.
Por el contrario, el gobernante de MORENA, todavía el 21 de diciembre, es decir, una semana después del primer caso sospechoso, Víctor Castro, festinaba con tremenda francachela, y acompañado de su asesor de lujo, Narciso Agúndez Montaño, la llegada de la Navidad y el Año Nuevo.
Fue en la casa de gobierno El Caimancito, mientras Víctor Castro y Narciso Agúndez, festejaban con exquisito vino, la variante Ómicron acechaba al estado.
Rodeado de un equipo de ignorantes, nombrados más por compromisos políticos que por su experiencia y ética profesional, el gobernante todavía se dio el lujo de mantener el color verde en el semáforo sanitario en el estado, como si nada estuviera pasando, a pesar de que el número de contagios, comenzaba a crecer de manera vertiginosa.
Así, y bajo ese escenario de irresponsabilidad, omisión e incumplimiento de un deber legal, el gobernador y algunos alcaldes, todavía organizaban y participaban en algunos eventos, bajo el argumento de llevar “grandes beneficios” a la sociedad, cuando en realidad, lo único que llevaron fue contagio y muerte a las familias sudcalifornianas por Covid-19.
La variante de Ómicron, y derivado de su alto poder de contagio, rápidamente se propagó por todo el estado.
Con un gobernante omiso, y rodeado de un equipo de ineptos e incompetentes, todavía el pasado 7 de enero, el Gobierno de México, tuvo que intervenir de última hora para cambiar el estatus de amarillo que el Consejo de Seguridad de la Salud en el Estado, apenas había anunciado en el semáforo sanitario hacia color naranja, tras darse cuenta que el Gobierno del Estado, simple y llanamente, seguía sin dimensionar el tamaño de la catástrofe que viene en camino.
Tan solo del primero al 5 de enero, según la página oficial del Coronavirus, 17 personas fallecieron tras contagiarse del Covid-19.
El número de personas contagiadas rompió un nuevo récord, tras rebasar los 7 mil contagios, distribuidos de la siguiente manera:
4 mil 529 casos en La Paz
Mil 591 en Los Cabos
489 en Comondú
348 en Mulegé
226 en Loreto.
Como era de esperarse, y por mera lógica, el número de personas graves, se duplicó rápidamente, pasado de 11 casos, registrados el 4 de enero, a 30 el 5 de enero.
Obviamente, el gobierno de Baja California Sur, y en virtud del evidente fracaso en el manejo de la pandemia en el estado, viene manipulando las cifras oficiales, ya que la página oficial de Coronavirus, no se actualiza diariamente en cuanto a pacientes graves e intubados, intentando esconder una terrible realidad.
La última vez que fue actualizada esta sección fue el pasado 5 de enero, o sea hace cinco días.