El Federal Bureau of Investigation (FBI), detectó una serie de movimientos sospechosos en su cuenta bancaria y la de su esposo, Carlos Torres Torres, en los bancos Wells Fargo y Bank of America.
Washington, Estados Unidos.– La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, se encuentra bajo investigación por presunto por lavado de dinero en Estados Unidos.
Lo anterior después de que el Federal Bureau of Investigation (FBI), detectara una serie de movimientos sospechosos en su cuenta bancaria y la de su esposo, Carlos Torres Torres, en los bancos Wells Fargo y Bank of America.
Los movimientos, según la investigación iniciada en Washington, estarían relacionados a dos transacciones compartidas con cuentas bancarias que eran investigadas por el FBI, propiedad de un funcionario y un empresario, presuntamente vinculados al crimen organizado en la ciudad de Tijuana.
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Después de la toma de protesta del presidente Donald Trump, el Federal Bureau of Investigation y el United States Immigration and Customs Enforcement, conocido por sus siglas como ICE, vigilan a políticos mexicanos por corrupción y narcotráfico, particularmente a los Gobernadores del Corredor del Pacífico, presuntamente “alineados” al Cártel de Sinaloa (CDS).
Los nombres potenciales en la lista son:
1.- Marina del Pilar Avila Olmeda, de Baja California.
2.- Víctor Manuel Castro Cosío, de Baja California Sur.
3.- Alfonso Durazo, de Sonora.
4.- Rubén Rocha Moya, de Sinaloa.
El retiro de la visa de la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, es literalmente el comienzo de lo que parece ser una gran ofensiva en cuanto a la cancelación de visas de políticos mexicanos que son percibidos por el Gobierno de Estados Unidos, como “figuras políticas alineadas al crimen organizado“, tras haber recibido presunto financiamiento del narcotráfico en sus campañas electorales.
Las figuras de la lista de la vigilancia no oficial todavía conservan las visas de turistas, pero desde hace más de un mes fueron marcadas con la leyenda “links to the cartel” en sus perfiles para, en caso de que pretendan ingresar a Estados Unidos.
Desde el 28 de abril, la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmedo, fue notificada vía correo sobre la cancelación de su visa, después de que el Gobierno de Estados Unidos, revocara la visa de su esposo, Carlos Torres Torres, cuando intentaba cruzar a la Unión Americana.
La gobernante aprovechó el Tianguis Turístico de Tijuana, cuestionando a un funcionario de la Embajada de Estados Unidos sobre la decisión de retirar las visas de ella y su esposo.
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La política de MORENA, fue enterada que tenía una investigación en curso en Estados Unidos.
Incluso fue informada que sus cuentas en los bancos Wells Fargo y Bank of America, serían canceladas, pero podrían recuperar su dinero.
Tras enterarse de esta situación, la gobernadora de Baja California, solicitó “no compartir la información confidencial“, con el Consulado en Tijuana, por el temor fundado de que la información llegara a manos de la prensa.
“La prensa me va a comer si se enteran de esto“, habría dicho, comprometiéndose a salir a informar del caso a la brevedad posible.
Alrededor de 12 días después, Marina del Pilar, salió a informar públicamente que su visa y de la de esposo, Carlos Torres Torres, habían sido canceladas por el Gobierno de Estados Unidos.
“Les informo a todos los ciudadanos de Baja California está situación se da en un contexto Binacional complejo que requiere templanza y cordura de mi persona“, justificó.
El caso desde luego se convirtió rápidamente en viral y tendencia en Twitter sobre todo porque no informó la razón de la revocación de su visa, y de la de su marido, dejando espacio abierto a todo tipo de especulaciones.
De tal modo que la gobernante de MORENA, no tuvo más remedio que organizar una conferencia de prensa el pasado 12 de mayo y salir a fijar una postura.
Lo primero que hizo fue victimizarse, señalando que era víctima de violencia politica de género, tras ser “acusada sin pruebas“.
Con el rostro desencajado, y la cara larga de todo su equipo de gobierno respaldándola , expuso que el hecho de que “el Gobierno de Estados Unidos, haya cancelado mi visa, no significa que haya cometido algo malo“.
“Es una decisión administrativa“, dijo, asegurando que no era “una acusación“.
“No hay delito. No hay una falta“, aseguro, pero contradictoriamente, dijo “no saber la causa“.
De todos modos soltó: “Cualquiera que sea la razón, estoy tranquila, con la conciencia limpia de que todo se aclarara“.
La gobernadora de Baja California, tratando de desviar la atención, dijo que su caso, pretende convertirse en “un arma politica“.
En la conferencia organizada por su gobierno, Marina del Pilar, no dijo de lo ya había sido debidamente informada durante el Tianguis Turístico de Tijuana.