La Paz, Baja California Sur.- Ante el resguardo y confinamiento social, derivado de la emergencia sanitaria por el Covid-19 en la entidad, los históricos litorales de la capital continúan dotando de sus fenómenos naturales a los mares sudcalifornianos, intensificando su duración e imprimiendo todo su proceso evolutivo a la perfección, sin la presencia de personas, exploradores e investigadores que tuvieron que alejarse por tiempo indefinido de algunas de las importantes playas de la localidad, como una medida de prevención por la amenaza del Coronavirus en la región.
El fenómeno natural conocido como bioluminiscencia marina, es uno de los más recurrentes y poco visto que se desarrollan en las playas de Baja California Sur.
Se trata del proceso a través del cual los organismos vivos producen una intensa y llamativa luz fluorescente, dando como resultado una reacción bioquímica dentro del agua.
La bioluminiscencia activa, se crea como una reacción que emite un brillo similar al que producen las luciérnagas, generadas por medio del plancton dinoflagelado, que al percibir el movimiento, produce una luz azulada que ilumina el fondo y la orilla del mar.
En el destino sudcaliforniano, principalmente en la capital del estado, La Paz, se puede observar este mágico suceso en tres de sus más emblemáticos litorales: El Saltito, La Ventana e Isla Espíritu Santo.
Es en la playa de El Saltito, localizada a 8.9 kilómetros en dirección norte a la ciudad de La Paz, donde debido a sus características de profundidad, nutrientes y oleaje, ocurre con frecuencia la bioluminiscencia.
La popular playa que es visitada por miles de habitantes locales y visitantes nacionales y extranjeros, es el lugar idóneo para observar en todo su esplendor este acontecimiento, principalmente, durante sus noches de luna nueva, dando paso a la escasez de luz registrada en su zona natural.
Otro de los sitios de exploración y esparcimiento donde se deja admirar la bioluminiscencia, es en la playa La Ventana, una simbólica bahía paceña que cuenta con algunos espacios verdes de fino paisaje a su alrededor, los cuales invitan a disfrutar del formidable fenómeno nocturno.
Asimismo, la Isla Espíritu Santo, es el Área Natural Protegida, donde también se puede apreciar el mar iluminado por unos instantes.
La bioluminiscencia marina destaca entre el desierto, mar y las formaciones rocosas de origen volcánico de esta isla, al caer la noche, haciendo brillar de un radiante tono azulado la flora y fauna que habita en este lugar.
La mejor temporada para poder presenciar este gran espectáculo visual por Baja California Sur, es entre los meses de abril a diciembre de cada año. En México, este fenómeno también puede disfrutarse en varios puntos de la costa de Oaxaca y Quintana Roo, además del Pacífico Mexicano, el estado de Baja California y en gran parte de la Riviera Nayarit.
Dentro de la República Mexicana, uno de los lugares más populares para admirar a fondo este fenómeno es la Isla de Holbox, en el Caribe. También se encuentra, la playa de Xpicob en Campeche, Bucerias en Nayarit, las playas de La Paz y las lagunas de Chacahua y Manialtepec, en Oaxaca, donde incluso se llegan a organizar excursiones en grupos para contemplar la bioluminiscencia marina y no perderse de este bello espectáculo.