Desalinizadora de Los Cabos: un año perdido entre intrigas y despidos

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Cabo San Lucas, Baja California Sur.- El tres de marzo de 2019, todo el público aplaudió al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, cuando anunció, dentro del programa Mi México Late, la construcción de una nueva planta desalinizadora con una inversión de más de mil millones de pesos, y la cual vendría a revertir la escacez de agua potable en las colonias populares de este destino turístico.

El proyecto que lleva más de 9 meses detenido, es una pieza fundamental para que esta delegacion cabeña, logre alcanzar su independencia hídrica que la catapulte, como el sexto municipio de Baja California Sur, pero el tiempo perdido en la obra, lo único que provoca, es la imposibilidad de que los ciudadanos, tengan abasto suficiente, sobre todo en verano.

La principal responsable del atraso es precisamente la presidenta municipal de Los Cabos, Jesús Armida Castro Guzmán, y quien envuelta en intrigas, pleitos y despidos en el Organismo Operador del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OOMSAPASLC), perdió casi un año, tiempo en que se pudo haber elaborado el proyecto.

Pero para evitar que la inversión no ejercida se fuera a otro lugar, el Cabildo de Los Cabos, no tuvo más remedio que aprobó de última hora, solicitar formalmente un retraso de 6 meses más, tiempo que empezó acorrer a partir de este mes de enero, bajo el argumento de que “se tienen que formalizar contratos y convenios”.

Fue la Comisión Edilicia de Saneamiento, Agua Potable y Alcantarillado, presidida por el regidor Christian Agúndez Gómez, hijo del ex gobernador Narciso Agúndez, quien propuso detener todavía más la obra de la planta de Cabo San Lucas.

La prórroga solicitada en el antecedente anterior se encuentra próxima a cumplirse la fecha establecida en el artículo noveno de los decretos mencionados, por lo que se hace necesario la intervención de esta Junta de Gobierno se autorice solicitar una prórroga de 180 días al Honorable XIII Ayuntamiento de Los Cabos para dar cumplimiento a lo expresado en dicho artículo”, citó textualmente, cuando leyó el acuerdo.

En una sesión anterior de la Junta de Gobierno del Organismo Operador Municipal del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OOMSAPAS), Jesús Armida Castro Guzmán, había asegurado que la licitación se lanzaría en este primer mes del año.

Sin embargo, el tiempo se le vino encima, y con la aprobación del Cabildo de una prórroga, quedo definido que la nueva planta no podrá terminarse en el trienio a la presidenta municipal morenista.

 

El Desastre

Así, y de esta manera, con la conclusión de 2019, por la ineficiencia y la incapacidad de la edil Jesús Armida Castro Guzmán, el XIII Ayuntamiento de Los Cabos, terminó por incurrir en un retraso indebido en el proceso de construcción de esta importante obra social, ya que de acuerdo con el calendario que se tenía programado, la convocatoria de la licitación estaba programada para el último cuatrimestre del año, lo que nunca sucedió.

Lo que sí sucedió es que en tan sólo un año, la alcaldesa de Los Cabos, Armida Castro Guzmán, cambió en tres ocasiones de director general del Organismo Operador Municipal del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento.

El primer despido fue el del doctor Ramón Ojeda Mestre en marzo, cuyo caso aún es ventilado en los tribunales; luego llegó al relevo Daniel Ayala Beltrán, quien tuvo que renunciar, cuando estalló el escándalo del hijo aviador de la presidenta municipal de Los Cabos, David Dimas Castro, y desde septiembre de 2019, ahora despacha Arturo Sandoval Montaño, siendo el tercer director de la paramunicipal en solo un año.

Desde luego que todos estos escándalos, intrigas, pleitos y despidos, en el OOMSAPASLC, no permitieron concretar el proyecto de la desaladora, cuya licitación se ha visto retrasada, porque el plan original era lanzarla antes de que concluyera el año.

El caos administrativo empeoró cuando estalló el escándalo de nepotismo que sacudió a la paramunicipal, luego de que fue descubierto que un hijo de la alcaldesa, cobraba indebidamente en la nómina de esta entidad pública.

El caso se apagó cuando fue destituida la directora de Finanzas y Administración, Cecilia Soto Esquivel.

En casi un año, y según datos recabados por MetrópoliMx, lo único que se logró fue elaborar la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) en junio de 2019, documento que ya está en la mesa la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

El 12 de diciembre, la Junta de Gobierno del Organismo, sesionó para aprobar el presupuesto del Ejercicio Fiscal 2020, en donde la inversión en obras hidraúlicas fue limitada a 51 millones 360 mil pesos, de los cuales 27.29 millones van a ser destinados con recursos propios y el resto por aportaciones federales.

En total, la Junta de Gobierno del OOMSAPASLC, autorizó 622 millones 627 mil 378 pesos de prespuesto para 2020, de los cuales una parte serán enfocados en la desaladora “encantada”.

Durante la sesión en las oficinas del Organismo, la alcaldesa Jesús Armida Castro Guzmán, confirmó que solamente se han realizado reuniones “con los representantes de diversas dependencias federales”, pero no dijo nada de que se fue un año sin aterrizar el proyecto de la desaladora.

Se tiene contemplado que en enero del 2020 se emita la licitación pública de la planta desaladora, que es uno de los principales pasos para concretar tan importante obra”, adelantó.

Para la gestión de esta nueva planta demorada, se creará la Unidad Administrativa de Proyectos para gestionar y revisar los avances.

El presupuesto del Organismo para 2020, creció más en comparación con otros años. Por ejemplo, el presupuesto autorizado para 2018 fue de 535 millones de pesos.

En 2019, el recurso disminuyó a 520 millones de pesos y ahora en el año que acaba de iniciar serán 102 millones de pesos más a ejercerse.

Una desalinizadora necesaria para Cabo San Lucas

Aunque esta nueva planta para Cabo San Lucas está proyectada con recursos federales por parte de la Comisión Nacional del Agua, es el OOMSAPASLC, quien es la entidad gestionante. En total, se tiene estimada una inversión de mil 331 millones de pesos.

La planta tendrá una capacidad de desalar 250 litros por segundo. En la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) elaborado por la empresa Ambios Ecología y Asesoría Ambientales S.A de C.V, a petición del ex director Daniel Ayala Beltrán, se señala que dicha obra hídrica tendrá un periodo de vida de 50 años.

En total, la obra abarcará una superficie de 15 mil metros cuadrados en un predio localizado a unos 700 metros de la playa El Faro, frente al Océano Pacífico, y colindará con el campo de golf “Cabo Pacífica”.

Para alcanzar su vida útil de 5 décadas, la planta contará con mantenimientos preventivos y correctivos, y será construida con insumos y materiales que garanticen su operatividad. El proyecto puntualiza que se colocará una tubería de emisor submarino y tubería de toma de agua en un área de 80 metros cuadrados cada una.

La MIA señala que en esta zona donde se edificará no hay avistamiendo de nidos de tortugas ni presencia de especies que puedan resultar dañadas, y menos interfiere con la pesca deportiva que se practica en la región.

Como la mayoría de las desaladoras, la de Cabo San Lucas trabajará con el proceso de ósmosis inversa, un trabajo natural por el cual dos soluciones en contacto son separadas por una membrana semi impermeable.

Esta planeada para que entre en operaciones hasta 24 meses, después de que se inice la construcción. Es decir, los sanluqueños todavía esperarán dos años más, una vez que se halla fallado la licitación, y la compañía ganadora, inicie con los trabajos de edificación.

 

Un anuncio “encantado”

En enero, el anuncio de la planta desaladora cumplió 10 meses, desde de que el presidente Andrés Manuel López Obrador, echó a andar su programa Mi México Late, implementado por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), y el cual también quedó prácticamente en blanco con los 550 millones de pesos que se dijo se invertirían en mejoramiento urbano.

En este tema, Metrópolimx ya prepara una investigación especial para determinar el avance de inversión de esos 550 millones de pesos supuestamente destinados para mejorar viviendas, calles, servicios y lugares públicos, bajo el lema de que “no puede hacer lugares turísticos con colonias pobres”.

En el caso de la desalinizadora, el portal Proyectos México, señala que la planta 0016 tendrá una inversión de tipo público-privado con un fideicomiso público de  652 millones 190 pesos, y de carácter privado con 678,810,000.

Como fuente de pago apunta:

“Se pagará una contraprestación con cargo a los ingresos del Organismo Operador de Los Cabos, la cual tiene un componente fijo para la inversión, operación y mantenimiento, además de un componente variable con base en el volumen de agua desalinizada.”

Hasta este momento, el status de la obra es de “preparación” con proyección a lanzarse una convocatoria en el primer semestre de 2020.

Faltará ver si es en este mes de enero, se abra la licitación o todavía tendrá que esperar más tiempo ante la ineficacia que ha demostrado la presidenta municipal para gestionar los servicios públicos para los cabeños.

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