Mulegé, Baja California Sur.- Un devastador ecocidio fue exhibido en fotografías y videos publicados a través de las redes sociales por un grupo de pobladores oriundos de la comunidad de Punta Chivato en este municipio de Mulegé, quienes salieron a denunciar públicamente, y con evidencias irrefutables, a un grupo de embarcaciones provenientes de Guaymas, Sonora, de haber perpetrado una lamentable depredación de miles de sardinas que aparecieron varadas sobre la Bahía de Santa Inés, dentro del poblado fronterizo, el pasado viernes 12 de junio.
El panorama luce deplorable en las fotografías compartidas en las plataformas digitales, donde las sardinas yacen muertas a un costado del cálido litoral mulegino, mientras otros cientos de ejemplares de la misma especie se observan flotando sin vida sobre su hábitat natural, el mar, después de ser arrojadas a la orilla por al menos 10 barcos sonorenses que se introdujeron ilegalmente a las aguas sudcalifornianas para realizar una pesca furtiva y arrasar con el pez durante su estancia en las aguas violentadas, provocando el coraje e indignación de los pescadores locales y habitantes de Mulegé.
Tras las denuncias realizadas a los organismos encargados de preservar el medio ambiente y castigar a los culpables de dañar los ecosistemas naturales, un grupo de elementos de la Secretaría de Pesca, Acuacultura y Desarrollo Agropecuario (SEPADA), se dirigieron a la zona del ecocidio acompañados de los representantes del Fondo para la Protección de los Recursos Marinos (FONMAR), con el propósito de comprobar los hechos ocurridos, recabar más información e iniciar con las investigaciones correspondientes ante las acusaciones vertidas en la Comisión Nacional de Pesca del Gobierno Federal.
En el lugar, se confirmó la depredación de miles de ejemplares de la especie conocida como sardina crinuda, y de nombre científico Ophistonema spp, la cual habita principalmente en el Golfo de California, y cuya temporada de pesca se activa durante los meses de noviembre a agosto. Su captura se utiliza principalmente para la producción de harinas que se adquieren en las plantas y granjas de atún y jurel.
Las autoridades protectoras de los recursos marinos, confirmaron a través de un comunicado que la captura de la sardina se hizo con la intención de trasladar a la codiciada especie al estado de Sonorapara comercializarse a altos costos, sin embargo, al no tener más espacio dentro de los barcos provenientes del puerto de Guaymas, y luego de ser obligadas a salir del fondo del mar por medio de redes de arrastre y por detonaciones de “ondas de muerte” o pesca con dinamita, miles de peces fueron dejados sin vida en medio del océano, ocasionando un grave impacto ambiental que hoy pretende ser castigado.
Las fotografías y los videos que exhiben la depredación de sardinas en la Bahía de Santa Inés, inundaron las plataformas digitales, confirmando un hecho sin precedente en agravio de la vida marina en el estado y provocando el rechazo de la sociedad, quienes exigieron una ejemplar sanción hacia los culpables de dañar el ecosistema natural mulegino.
#SIGUELAMATADANDOAMIGOS, | no fue nada la matazón de sardina en la orilla de la Playa Santa Inés en punta Chivato, lo que hicieron estos barcos depredadores del estado de sonora, amigos lectores ustedes pueden apreciar la mortalidad de sardina en altamar, este video nos lo mandaron pescadores el día de hoy que salieron a pescar, pudieron apreciar esto cientos de Sardina tirada al mar.
Posted by DPDM-Noticias on Saturday, 13 June 2020
La denuncia interpuesta ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y registrada bajo el folio numero 03200411 fue dictaminada con la intención de encontrar a los culpables, dando paso a un intenso operativo de búsqueda encabezado por la Comisión Nacional de Pesca y los elementos de la Secretaría de Marina que arribaron hasta las aguas del puerto de Santa Inés a inspeccionar a cada uno de los barcos sardineros asentados en la zona, buscando al mismo tiempo algunas pistas que ayuden a localizar a los depredadores masivos que se conservan resguardados en aguas del norte de la península, tras haberse descubierto su inconsciente y dañina labor dentro de los litorales de la Heróica Mulegé, al norte de Baja California Sur.