San José del Cabo, Baja California Sur.- Cuando la mañana del pasado 26 de enero, la joven Valeria Carrillo Jasso fue privada ilegalmente de su libertad, salía de guardar sus maletas del Hotel Holiday Inn de esta cabecera municipal de Los Cabos.
Un agente de la Policía Municipal de Los Cabos que estaba parado afuera del establecimiento, según la grabación de una cámara de seguridad del hotel, observó cuando la joven de 21 años fue interceptada por los tripulantes de un automóvil sedán.
Los tripulantes estaban esperando afuera a la joven mujer, por lo que –tras salir– es interceptada por uno de ellos, invitándola a subir a la unidad.
La mujer se resiste y voltea a ver al policía, quien tras mirar la escena, cambio su mirada hacia otro lado.
Así, la joven originaria de Guadalajara, Jalisco, fue privada de la libertad por los cuatro sujetos y llevada hasta el puente del arroyo El Tule.
En el sitio, la chica fue entregada al presunto jefe de los responsables materiales de la privación ilegal de la libertad, y se fueron.
Posteriormente, la joven Valeria Carrillo Jasso fue llevada hasta un paraje en dirección a Cabo del Este por el rumbo de la Playa Los Zacatitos.
Tras ser sometida a un interrogatorio, la joven estudiante finalmente fue asesinada de un tiro en la cabeza y enterrada en una fosa clandestina.
Lo anterior fue relatado por el único testigo y detenido en el caso del crimen de la joven jalisciense, Víctor Manuel «N», acusado del delito de desaparición cometida por particulares en la Causa Penal J087/2022.
Durante un careo, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), logró obtener información sobre el paradero de la fosa clandestina, donde fue enterrada Valeria Carrillo Jasso.
El cuerpo de la joven mujer fue localizado el 8 de julio, y tras realizar una prueba de ADN, logró confirmarse la identidad el pasado 15 de julio, cuando el único detenido fue vinculado a proceso penal en una audiencia en el Tribunal Superior de Justicia del Estado.
Durante la investigación, la PGJE, logró identificar a otras cinco personas del sexo masculino implicados en el crimen. De los cinco, tres más están en proceso de ser judicializados.
La joven asesinada, según la investigación en curso, laboraba para una persona de nombre Brayan Brambila. Es propietario de un bar en la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
