La menstruación es un proceso fisiológico que enfrentan las mujeres durante gran parte de su vida, en que viven múltiplies cambios hormonales, dolor, incomodidad, subidas de emociones y que lamentablemente también deriva en desigualdad y discriminación, sobre todo para la población femenina privada de su libertad.
Aunque el Artículo 10 de la Ley Nacional de Ejecución Penal indica que las mujeres privadas de la libertad tienen el derecho de “contar con las instalaciones adecuadas y artículos necesarios para una estancia digna y segura, siendo prioritarios” los artículos de higiene menstrual, la realidad es todo lo contrario.
La colectiva “Mujeres Unidas x la Libertad” aseguró que las mujeres dentro de la cárcel recurren a dejarse una toalla por días, usar papel de baño o utilizan un calcetín o una playera por la falta de productos y de igual manera carecen de inodoros limpios o acceso a agua potable para ducharse.
Esto en gran medida sucede debido a que 60 por ciento de las mujeres en prisión son abandonadas por sus familias y no reciben visitas, por lo que estos artículos los consiguen hasta 10 veces más caros que en un supermercado común.
Unen fuerzas para recolectar productos de higiene personal
Con el propósito de aportar a esta problemática, existen organizaciones y empresas que hacen colectas con productos básicos de higiene personal para entregar a las mujeres privadas de su libertad.
Un ejemplo es la Fundación Rebeca Lan que tiene presencia en distintos centros penitenciarios del país y que desde 2016 se dedica a impulsar y promover la reinserción social de las mujeres en prisión por medio de programas que fortalecen el desarrollo humano, la educación y capacitación, entre otros.
En Baja California, entre noviembre y diciembre de cada año, organizan la iniciativa ‘’Milagro Navideño’’ en la que se unen a marcas como Rendichicas, Farmacias La Más Barata y el Sistema DIF Tijuana, para recolectar suficientes artículos de higiene como papel higiénico, toallas femeninas y jabón corporal, que puedan usar durante 3 o 6 meses.
Un ejemplo es la gasolinera Rendichicas, la cual donó en 2020 más de 17 mil artículos de higiene personal que fueron entregados a más de 300 mujeres privadas de su libertad en Tijuana y el año pasado entregaron alrededor de 100 bolsas con un “kit de bienvenida” para aquellas mujeres que recién salen de la cárcel sin apoyo, que incluye artículos de higiene, folletos dónde le dicen a dónde ir, a quién llamar, números de taxis, entre otros.
También son parte del programa de reinserción de la fundación Rebeca Lan en que apoyan a las mujeres que recién salieron con capacitaciones y un espacio para trabajar en sus gasolineras.
A su vez, el 17 de junio de 2020, la colectiva Menstruación Digna México presentó un proyecto para que las autoridades brinden de manera gratuita los suministros de higiene menstrual a las mujeres en reclusión, para garantizar su derecho a la salud y por ahora, Michoacán es el primer estado que aprueba la Ley de Menstruación Digna.