El subsecretario de Bienestar, Desarrollo Social y Humano, Esteban Ojeda Ramírez, cuyo historial en el magisterio, estuvo caracterizado por su trato déspota y de doble discurso, tras los primeros enroques del Gobierno de Morena, debió haber sido el primero de la lista en ser removido de su cargo en la presente administración, si es que en verdad, el gobernador Víctor Manuel Castro Cosío, pretende cambiar la mala imagen y el rumbo de su gobierno.
Entre complicidad de los integrantes de la corriente democrática y de los líderes “chartista” del SNTE, Esteban Ojeda Ramírez, logró sobrevivir entre puestos de supervisor y director de secundarias.
Durante toda su carrera como docente ha sido señalado de acoso sexual, pero, ninguna autoridad intervino. Mucho menos investigó, a pesar de las protestas y las mantas colgadas en la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Profesor de la vieja escuela, logró sobrevivir y colarse hasta el 2018, sumado al grupo de maestros que han militado de manera activa en el proyecto de la Cuarta Transformación.
Así llegó como diputado al Congreso local, donde su única y más grande aportación fue el escándalo.
Bastaría investigar cómo ejerció su presupuesto, tras meter de proveedor a su cuñada, Jerusalén Ocampo Alameda, la proveedora favorita de equipos de computo y consumibles, cuando fue secretario de la Comisión de Cuenta y Administración de la XIV Legislatura.
El legislador aprobó compras de casi medio millón de pesos en una sola factura, en un proyecto que enarboló la bandera de «No Mentir», «No Robar» y «No Traicionar».
O bien, el caso de abuso sexual expuesto por la supervisora escolar de la SEP, Argentina Salomé Flores Soto, consumado contra mas de una decena de maestras, cuando fungió como supervisor.
«Siempre fue un degenerado«, así definió la profesora a Esteban Ojeda Ramírez, el político más privilegiado del gobierno de Víctor Manuel Castro Cosío.
En el 2020, vendió la idea de su militancia en el Distrito Tres y se la compraron. Jubilado y viviendo de lo acomunado y no explicable en sus finanzas públicas, fue purificado por el actual gobierno y le dieron el reconocimiento a su invaluable trabajo y lealtad a la Cuarta Transformación.
No importó su oscura carrera en el magisterio, y sus ilícitos negocios familiares, bajo el amparo del poder.
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Desde que tomó protesta del cargo como subsecretario de Bienestar, Desarrollo Social y Humano, Esteban Ojeda Ramírez, prácticamente fue protegido, por lo que la impunidad de la goza en el gobierno de Víctor Manuel Castro Cosío, permite operar basado en las malas prácticas de trato a las mujeres y el uso de programas sociales para promover sus negocios familiares, y desde luego, los intereses de Morena.
Peor aún.
El político seguirá, dando de qué hablar, derivado de que es protegido por ser parte de un pequeño grupo de profesores de la vieja guardia, perversos e insidiosos, y de tanto luchar contra el PRIAN, hoy son figura y semejanza.
Seguramente, el hilo se romperá por lo más delgado: el abuso de poder, el doble discurso, la mentira, el robo del recurso de programas sociales y la traición, como parte de una personalidad sociopata.
Pronto saldrá a la luz pública lo que han sido hechos consumados, como las mantas que han plantado en el edificio de la Secretaria de Educación Pública, pero nada ha procedido.
En los hechos, no se ve la acción y la voluntad política del gobernante que dice defender a las mujeres, cambiar el rumbo de su administración, porque contradictoriamente, tiene como subsecretario a un rapaz abusador sexual como Esteban Ojeda Ramírez, un jubilado de diez salarios mínimos.
De antemano es más que evidente que el subsecretario no está calificado para el manejo de recursos públicos por su negro historia en el congreso local que no termina de cerrarse y mucho menos investigarse.
Ahora la pregunta es, ¿pueden trabajar juntos la izquierda simuladora y el priiismo recalcitrante ?
Si. Lo harán. El hilo conductor, es la complicidad y la corrupción.
Al tiempo.
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