La Paz, Baja California Sur.- Durante la tarde de este miércoles 9 de noviembre, estalló la violencia en la sede del edificio del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), después de que un grupo de maestros quebraban los vidrios de la puerta principal y gritaran consignas en contra del líder de la organización, Emulth Castillo Sandoval, tras filtrarse la información de que había traicionado al magisterio, vendiendo la movilización al gobernador Víctor Manuel Castro Cosío, y el secretario de gobernación, Adán Augusto López Hernández.
Las versiones que circulan en este momento son las siguientes:
La primera es que el gobierno de Baja California Sur, habría infiltrado un grupo de choque para generar violencia y tratar de desacreditar el movimiento magisterial que goza del absoluto apoyo de la sociedad.
El objetivo, según se dijo, es exhibirlos como violentos.
La segunda es que un supuesto grupo de disidentes, contrarios la corriente oficial del SNTE, iniciaron una protesta contra el líder Elmuth Castillo Sandoval, y quien inicialmente se había negado a darles la cara.
Lo anterior provocó su enojo, lo que generó que tomaran el edificio del SNTE, solicitando explicaciones.
Lo cierto es que en un set de videos qué circularon esta tarde, Emulth Castillo Sandoval, aparece afuera del edificio explicando que tendrían que regresar a clases porque fue «una decisión de la mayoría«.
Sospechosamente, y hasta tres días después de una supuesta consulta a la base, el líder del SNTE, dijo que las acciones son lo que la mayoría dice, pero no mostró números y datos duros de la supuesta votación.
«¡Esa es la democracia compañeros!«, citó textualmente, generando una escalada de reclamos de los profesores que rodearon el edificio del SNTE.
«Pero ¡Y la solución?«, le preguntaron, una y otra vez, por lo que al ser incapaz de articular una respuesta, agarró, se dio la media vuelta y me metió al edificio.
«¡Vendido!«, grito una maestra, mientras otros comenzaron a corean: «Ni un paso atrás! ¡Ni un paso atrás! ¡Ni un paso atrás«.
Fue entonces que el grupo que estaba dentro del edificio cerró la puerta, iniciándose un jaloneo por el control del acceso.
«¡No sé pongan en ese plan!«, gritaba la multitud desde afuera, además de advertir que «no van a salir«.
«¡Salte! ¡Salte!«, gritaba uno golpeando la puerta de cristal con la mano.
«¡De aquí, nadie sale y nadie entra, hasta que nos expliquen porque vendieron el movimiento!«, gritaba una profesora.
«¡No te va cuajar tu papel«, decía uno maestro, reclamando que era un «pelele del gobernador«, mientras golpeando el cristal, retaba: «¡Salte! ¡Salte!«.
Las maestras trataban de calmar a su compañero, pidiendo no caer en las provocación del del líder del SNTE, Elmuth Castillo Sandoval.
Mientras adentro un grupo de maestros del SNTE, hizo una valla humana por sí sus compañeros rompían los vidrios e ingresaban.
El gobernador de Baja California Sur, Víctor Manuel Castro Cosío, envío a policías y militares para calmar –según trascendió– «a los rijosos«.