El secretario de gobernación, Adán Augusto López Hernández, nos dio una pequeña probadita de lo que podría ser, en caso de que por accidente político, pudiera llegar a ser presidente de México: mentiroso, soberbio, incompetente e incapaz.
El aspirante a suceder al actual presidente Andrés Manuel López Obrador, no pudo resolver una operación matemática tan simple para quien –según se séquito de aduladores– «es un político de grandes ligas«: Desactivar el conflicto magisterial de Baja California Sur.
Después de su polémica visita el pasado 5 de noviembre para –según él– desactivar el conflicto magisterial, el resultado fue completamente inverso.
Por principio de cuentas instaló una mesa de negociaciones que sirve para maldita la cosa: no resuelve absolutamente nada y solo opera con promesas para ser cumplidas hasta el próximo 2023.
Así, el aspirante a presidente de México, se convirtió evidentemente en el principal estorbo del conflicto magisterial.
No resolvió la principal demanda puesta en la mesa por el magisterio sobre el otorgamiento de la plaza base para alrededor de 3 mil maestros.
La contrapropuesta fue prometer y única y exclusivamente, prometer la homologación de sueldos hasta el próximo año a profesores que cobran como compensados y eventuales en la nómina de la SEP.
Lo más grave, es que tras meter las manos, Adán Augusto, empeoró el conflicto magisterial, a tan grado que después de 96 horas de su visita, el paro de labores y el plantón de profesores continuan vigentes en la explanada del Palacio de Gobierno de Baja California Sur.
Es decir, no hay clases.
Obviamente, la ineptitud e incapacidad del secretario de Gobernación, pretendió ser maquillada por el diario El Excélsior, tras publicar una «noticia» con el siguiente encabezado: «Adán Augusto López Hernández, desactiva conflicto magisterial en BCS«.
La información que fue compartida en redes denunciando un Fake News por la propia sociedad, exponiendo la manipulación informativa de un político incapaz, pretendiendo ser vendido como «El Gran Salvador«, lo que desde luego desató duras criticas contra el padrino del inepto gobernador de Baja California Sur.
Durante el encuentro con los maestros, el secretario de Gobernación, lució todo el tiempo distraído, respondiendo mensajes en su teléfono, y sin ni siquiera poner atención a las peticiones.
La propuesta de solución que puso sobre la mesa fueron únicamente promesas para el 2023, a cambio de levantar inmediatamente el paro de labores y regresar a clases.
Tras leer sus promesas, se levantó de la mesa y se fue un acto anticipando de campaña, organizado y pagado con recursos públicos del gobierno de Baja California Sur, pero afortunadamente desairado cuando menos por los alcaldes de La Paz, Los Cabos, Comondú, Loreto y Mulegé.
Ninguno fue, salvo el gabinete en pleno del gobernador Víctor Manuel Castro Cosío, aplaudiendo y rendiendo culto de rodillas a un político que solo vino a empeorar el conflicto magisterial y a burlarse de los profesores que se sintieron traicionado por un gobernante que proviene de su gremio.
En las fotografías que circularon en redes sociales dieron muestra de una vergonzosa clase política, humillada, arrastrada y desviviéndose en elogios, lambisconerías y conductas patéticas para esconder la ineptitud e incapacidad de Adán Augusto, y resaltar sus grandes virtudes de «humilde», «simpático» y de un «gran corazón».
Desde luego que todo este conjunto de situaciones, tendrán una factura política que evidentemente deberá ser cobraba puntualmente con todo y sus intereses en el proceso electoral de 2024.
Epicentro
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