La Paz, Baja California Sur.– Durante la sesión ordinaria de este martes, los diputados de MORENA, recibieron tremenda gritoniza de parte de un grupo de ejidatarios de la Sierra de Guadalupe y la Sierra La Giganta, después de que pretendieran pasar a comisiones un exhorto para que la XVI Legislatura y el gobernador Víctor Manuel Castro Cosío, salieran a fijar una postura pública sobre la propuesta de declarar ambas sierras como Área Natural Protegida (ANP) por parte del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
El coordinador de la bancada de Morena, José María Avilés Castro y primo del gobernador Víctor Manuel Castro Cosío, pretendió archivar el caso, disfrazado de que el exhorto sería enviado a comisiones.
Lo anterior, desató fuertes reclamos de los ejidatarios contra el diputado de MORENA y el resto de su bancada, por la falta de oficio de José María Avilés Castro y hasta de pericia de votar el exhortó que –tras la fuerte presión social– finalmente tuvo que ser aprobado por el congreso del estado.
El exhorto con Punto de Acuerdo fue presentado por el diputado del PAN, Armando Martínez Vega, a nombre de los ejidatarios de Cadejé, La Purísima, Alfredo V. Bonfil, Los Naranjos, Los Cuarenta, Ley Federal de Aguas 1, 2 y 3, Tepentú, San Ignacio, San Javier, San José de Gracia, San José de la Noria, San José de Magdalena, San Lucas y Santo Domingo.
En el escrito fue presentada una transcripción de la conferencia mañanera encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, y celebrada el 28 de octubre de 2022, en la ciudad de La Paz, exponiendo lo siguiente:
–Pregunta: Presidente los ejidatarios de Baja California Sur, temen ser despojados por el proyecto de la Sierra de la Gigante.
–Presidente: No van a ser despojados, no, nada, no se permite eso.
–Pregunta: ¿Qué solución habrá para los rancheros sudcalifornianos de la Sierra de la Gigante, de la Sierra de Guadalupe?
–Presidente: Pues que no se permite el acaparamiento de tierra.
–Interlocutora: (inaudible) este proyecto habrá consulta o qué va a pasar porque los ejidatarios no saben, es su único patrimonio
–Presidente: Ah no pues, si es de ellos, es de ellos.
–Pregunta: El problema es que se quiera hacer algo (inaudible) y quedan 20 ejidos, no en terrenos nacionales. Hay un rechazo generalizado, es un proyecto que viene desde la época de (Felipe) Calderón.
–Presidente: Sí, pero si la gente no quiere, ya se vio con las mina.
–Pregunta: ¿Y si la gente no quiere?
–Presidente: No, o sea ¿Qué decía (Benito) Juárez? Con el pueblo todo, sin el pueblo nada.
Sin embargo, y de manera contradictoria, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pegó una puñalada por la espalda a los rancheros y ejidatarios de Baja California Sur, después de que el pasado 15 de agosto fueran publicados dos decretos de declaración de Área Natural Protegida (ANP), en la Sierra de Guadalupe y la Sierra la Giganta. Son los siguientes:
1.- DECRETO por el que se declara Área Natural Protegida Nopoló, con el carácter de Parque Nacional, a superficie de 2,076-51-91.75 hectáreas, ubicadas en el municipio de Loreto.
2.- DECRETO por el que se declara Área Natural Protegida Loreto II, con el carácter de Parque Nacional, la superficie de 6,217-52-05.48 hectáreas, ubicadas en el municipio de Loreto.
Aunque ciertamente estas tierras no forman parte de las tierras de los rancheros y ejidatarios, casi 15 días después de la publicación de los decretos, el subsecretario de Planeación y Política Ambiental de la SEMARNAT, Iván Rico, anunció que el caso de la Sierra Guadalupe y la Sierra La Giganta, estaba listo para un nuevo decreto, proyecto que –según él– paso por un proceso de consulta, aunque admitió que fue de papel y no se hizo en todas las comunidades rurales.
El propio funcionario reveló que estaban «tejiendo» una nueva Área Natural Protegida de 925 mil hectáreas, sin ofrecer mas detalles de la ubicación, limites, estudios o cualquier información que permita identificarlas.
Por eso, los rancheros solicitaron al congreso fijar una postura junto con el gobernador Víctor Manuel Castro Cosio, rechazando rotundamente la afectación de 1.6 millones de hectáreas que pueda impactar la vida, el sustento, la idiosincracia y las costumbres del ranchero sudcaliforniano.