Loreto, Baja California Sur.- A pesar de registrar 32 casos de Coronavirus entre su población hasta el momento, el Pueblo Mágico de Loreto se unió a las principales cabeceras municipales de Baja California Sur y dio inicio con la nueva normalidad en la era post-Covid 19.
Bajo la premisa de “no bajar la guardia”, en relación a las medidas sanitarias de higiene y distanciamiento social, la alcaldesa de Loreto, Aracely Peralta Arce, anunció el reinicio de algunas de las principales actividades económicas y de servicios que se pondrán nuevamente en marcha a partir de este lunes 15 de junio en este destino turístico sudcaliforniano.
Entre ellas destacan, las operaciones de los restaurantes y servicios de bebidas en hospedaje con tiempo compartido, servicios de comedor para empresas e instituciones, restaurantes con servicios de alimentos a la carta o de comida corrida y de autoservicio modificado, inmobiliarias, agencias de alquiler de vehículos de transporte, comercios al por menos de productos naturistas, de cristalería, loza y utensilios de cocina, comercio al por menor de mobiliario, equipo y accesorios de computo, así como de cristales para automóviles y camiones, hoteles, moteles, tiempos compartido y otros servicios de hospedaje, incluyendo los servicios que se presten dentro de la propiedad, la pesca deportiva y artículos del hogar.
Estas actividades, esencialmente se encontraran en funciones bajo algunas restricciones, ya que los comercios aprobados deberán atender a una sola persona por cada cuatro metros cuadrados como se decreta dentro de la etapa 5 del semáforo regional de Covid-19, además que se continuará con las medidas preventivas y protocolos de higiene dentro de los establecimientos asignados.
El reciente aumento en el número de pacientes diagnosticados con Coronavirus en Loreto, según la tabla general de casos de Covid-19 actualizada por el Gobierno Federal, mantiene preocupados a los habitantes y ciudadanos de esta región, sin embargo, y por las propias declaraciones de la alcaldesa de Loreto, no se debía postergar más la reactivación del sector productivo, y se decidió reiniciar con la llamada Nueva Normalidad, redoblando esfuerzos en contra del virus, en cada espacio público y privado dentro del histórico poblado ubicado al norte de la península sudcaliforniana.