Los Cabos/Baja California Sur/Noticias.- El 26 de abril de 2018, Caesars Entertainment Corporation, anunció la construcción de un hotel Caesar Palace estilo Las Vegas en Los Cabos.
La obra estaría a cargo de Grupo Questro, y se tenía planeado invertir 250 millones de dólares para la edificación del resort, sin casinos ni lugares de juego, sobre el polígono del Estero de San José del Cabo.
Caesars Palace Los Cabos, contaría con 500 espacios de alojamiento entre habitaciones y suites de lujo. Un centro de convenciones de 400 mil metros cuadrados, área de entretenimiento, spa de servicio completo, tres restaurantes de alta cocina, piscinas, cabañas, gimnasio, cancha de tenis y acceso a los dos campos de golf de la firma.
El terreno de playa elegido para la construcción del hotel, se encuentra a un kilómetro de distancia del ecosistema natural de Los Cabos.
En ese mismo mes, la corporativa Caesars Entertainment obtuvo la licencia de construcción por parte del Gobierno Municipal de Los Cabos, para arrancar con el proyecto.
A pesar de que los representantes de la compañía global dijeron que el permiso para la construcción del hotel contaba con las autorizaciones del gobierno local, estatal y de las instancias federales en materia ambiental, colectivos en defensa del medio ambiente de Baja California Sur se opusieron a los trabajos de cimentación .
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¿El motivo? Que la zona del Estero de San José sería perjudicada por las labores de obra, dañando áreas vitales de manglares y afectando irreversiblemente la flora y fauna que habita en este espacio, destruyendo para siempre el Estero cabeño.
El Estero está registrado como sitio RAMSAR. Una categoría internacional de protección a humedales únicos y necesarios para la vida silvestre. Sobre todo como paso de migración de aves costeras.
Pese a las inconformidades, los trabajos iniciaron en el sitio. El hotel Caesars Palace había comenzado a surgir desde sus cimientos en San José.
En Los Cabos y La Paz se organizaron marchas, manifestaciones y se publicaron denuncias públicas en redes sociales para evitar la construcción del hotel.
Exigieron a instancias federales su intervención para comenzar una investigación a fondo, con el propósito de frenar el posible ecocidio que se llevaba a cabo en el Estero josefino.
Contrarrestando la ofensiva, los directivos de Grupo Questro argumentaron una y otra vez que el proyecto de Caesars Palace no afectaría directa ni indirectamente al estero de San José del Cabo.
La obra se construía «a una gran distancia del polígono natural –según Grupo Questro– de ninguna manera se pondría en riesgo el área natural protegida».
Fueron meses de confrontaciones y pujas, poniendo en duda la legalidad de los permisos para la construcción del resort y los efectos negativos que provocaría la desaparición de la zona ecológica por el levantamiento de un hotel 5 estrellas.
El escándalo mediático detonó, y el eco provocado retumbó hasta llegar a los oídos de los propietarios de la marca y dueños de la cadena de hoteles y casinos Caesars Palace en Las Vegas.
De manera tajante, decidieron cancelar el proyecto, asegurando que para ellos el prestigio es más importante que el crecimiento del imperio de resorts distribuidos en varias regiones turísticas de México y en otros países del mundo.
Con la orden de los altos mandos, los trabajos de construcción se detuvieron en San José del Cabo.
La obra fue finalmente suspendida, tres años después de que los directivos de Caesars Corporation, anunciaran con bombo y platillo la apertura del primer hotel Caesars Palace en Baja California Sur.
Puerto Los Cabos, sería el mercado principal para la introducción a la expansión de la marca Caesars en América del Norte.
Con la cancelación de la construcción del hotel, se perdió una inversión de 250 millones de dólares y la creación de más de mil 700 fuentes de empleo en el destino de Los Cabos.