Cabo San Lucas, Baja Califonia Sur.- A bordo de su lujoso y opulento yate valuado en 200 millones de dólares, fue descubierto el multimillonario empresario originario de Australia, James Packer, mientras recorría la emblemática bahía de Cabo San Lucas, acompañado de varios amigos y colaboradores cercanos a él y a su imperio de empresas internacionales.
“De vuelta en el negocio”, dicen prestadores de servicios del destino cabeño, mientras observan el paso del imponente megayate cruzando el mar sudcaliforniano, anunciando su llegada.
De acuerdo a las versiones de los trabajadores turísticos de la región, el magnate extranjero, se veía de lo más relajado, cuando se asomaba desde la cubierta del barco al exterior, soltando ligeras sonrisas al aire.
Según las imágenes tomadas por un equipo de paparazis para medios internacionales, el playboy de 52 años lucia vestido informalmente, portando una camisa tipo polo de azul marino y un pantalón oscuro, cuando salía dentro del barco para detenerse a observar a distancia el cálido destino de Cabo San Lucas desde el océano, durante su paseo matutino.
En medio de la etapa de mitigación del nuevo Coronavirus en Baja California Sur, James Packer decidió volar hasta Los Cabos, luego de meses de encierro social, solo para disfrutar unos días de verano en territorio sudcaliforniano y amarrar las concesiones de un grupo de casinos que comenzarán a construirse en Cabo San Lucas y San José del Cabo, para iniciar operaciones a partir del próximo año.
El pasado martes 2 de junio, se reveló en medios de comunicación australianos, que el nuevo casino de su propiedad, llamado simplemente “Crown” e instalado en la ciudad de Sidney, no consiguió los permisos legales para poder operar ninguna máquina de póker, debido a que un casino de la competencia, había adquirido todos los derechos exclusivos desde el 29 de mayo.
Su otro casino, nombrado “The Harbor City: The Star”, firmó un acuerdo con el Gobierno del país deGales, para obtener los derechos exclusivos de operación de las hilanderías de ingresos durante los próximos 21 años.
Desde hace varios años, James Packer ha estado presionando a las autoridades australianas para eliminar las prohibiciones en las máquinas de juego de The Crown, sin tener éxito en su exigencia, lo que provocó que el precio de las acciones del casino The Star aumentaran a más del cuatro por ciento en sus acciones, disparándose a la alza económicamente.
En los meses más recientes, la pandemia del Coronavirus también le jugó una mala pasada al famoso empresario, ya que echó abajo los planes de Packer para apuntar a sus alianzas con los multimillonarios chinos y establecer filiales de Crown en el lejano oriente, truncando sus deseos por expandir su marca a nivel mundial.
La Firma Crown, que opera casinos Melbourne y Londres, Inglaterra, originalmente tenía la intención de que su operación en Sidney se dirigiera en gran medida a buscar el sector VIP internacional.
Apenas en abril de este año, el magnate de los juegos en Hong Kong, Lawrence Ho´s Melco Resorts, finalizó su empresa conjunta con Crown al vender su participación del 10 por ciento en la compañía, lo que dañó aún más la capacidad de Crown de atraer a los millonarios jugadores asiáticos.
En el segundo semestre del 2020, terminará la construcción del nuevo casino de Crown en la comunidad de Barangaroo, un pequeño suburbio en el centro de la ciudad de Sidney, donde se prevé que el edificio de juegos con valor de 2 mil millones de dólares abra sus puertas en el mes de febrero de 2021.
A la par de las construcciones e inauguraciones de nuevos casinos del otro lado del mundo, James Packer arribó a Cabo San Lucas, buscando asociaciones y concesiones para poder aumentar su empresa, creando nuevas sucursales en territorio sudcaliforniano, aprovechando la fase de reactivación turística y de servicios en el estado de Baja California Sur.
