La Paz, Baja California Sur.- Durante 12 años, el delegado sindical del Orgasnismo Operador Municipal del Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de La Paz, Jesús Ernesto Medellin Higuera,  guardo silencio en los gobiernos de Víctor Manuel Guluarte Castro (q.e.p.d) , Rosa Delia Cota Montaño, Esthela de Jesús Ponce Beltrán y Armando Martínez Vega, mientras percibió alrededor de 122 mil 190 pesos con 56 centavos mensuales por concepto de sueldo y compesaciones.

Asimismo, solo por ser el “representante de los trabajadores” del organismo paramunicipal, el delegado sindical, tenía acceso a ciertos privilegios, como disponer de una oficina con sala de juntas, chofer, dos secretarias por cada turno, dos auxiliares y recibía canonjías de los gobernantes en turno, como dotaciones de gasolina, material de oficina, limpieza y deportivo y hasta la reparación de su vehículo personal, con recursos públicos.

En tan solo un año, de octubre de 2018 a diciembre de 2019, Jesús Ernesto Medellin Higuera, en su calidad de delegado sindical del organismo paramunicipal, según información obtenida por MetrópoliMx, vía el Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales de Baja California Sur (ITAI), cobró un millón 801 mil 316 pesos con 55 centavos, distribuido de la siguiente manera:

Concepto Cantidad
Sueldo y compensaciones $1,710, 667.84
Combustible $33,000.00
Reparación de Vehículo $11,748.90
Apoyo posada de Fin de Año $10,000.00
Uniformes Deportivos $7,424.00
Material de Limpieza $5,600.00
Agua Purificada $4,704.00
Toner de Impresora $3,143.00
Material de Oficina $2,436.90
Convención en Los Cabos $2,000.00
Total $1,801,316.55

Fuente: ITAI

Pero desde el 24 de enero de 2020, según una investigación de este medio de comunicación, basada en documentos oficiales obtenidos por ITAI, los privilegios y canonjías  del llamado virrey del Agua Potable, Jesús Ernesto Medellin Higuera, terminaron, cuando el director general, Juan Carlos Higuera Murillo, y como parte de la reestructuración del organismo paramunicipal, puso a trabajar al delegado sindical, reacomodándolo en la Coordinación de Potabilización y Tratamiento a cargo de Abigail Solano Sánchez.

Desde entonces, Medellin, comenzó una fuerte movilización dentro del organismo paramunicipal, porque no podía permitir que –tras de 12 años de no trabajar y cobrar 122 mil pesos  190 pesos con 56 centavos mensuales— el gobierno del alcalde Rubén Muñoz Álvarez, finalmente comenzara a poner orden dentro del agua potable.

No obstante, tuvieron que pasar casi cuatro meses para que el delegado sindical del Agua Potable, Jesús Ernesto Medellin Higuera, finalmente tuviera la coartada perfecta: el accidente y fallecimiento del trabajador, Ángel Guadalupe Mendoza Avilés, cuando murió trágicamente enterrado por un montículo de tierra en el cruce de las callesAntonio Rosales entre Ignacio Ramírez y Altamirano en la colonia Centro de La Paz.

La bandera del “compañero caído” es justamente la que agita el delegado sindical del agua potable, exigiendo hoy “mejores prestaciones laborales” y “mejores condiciones de trabajo” para 328 trabajadores sindicalizados, cuando en 12 años de gobiernos del PRD, PRI y PAN, sospechosamente guardó silencio cómplice, mientras mantuvo sus privilegios y canonjías.

De tal modo que Jesús Ernesto Medellin Higuera, finalmente llevo a paro laboral al organismo paramunicipal, primeramente afectando a la ciudadanía y segundo solicitando la renuncia del director general, Juan Carlos Higuera Murillo, la de la coordinadora de Potabilización y Tratamiento, Abigail Solano Sánchez, y la del jefe Departamento de Recursos Humanos, Rubén Meza Cota, casualmente los servidores públicos que firmaron la nueva encomienda del delegado sindical y autorizaron eliminar la serie de privilegios y canonjías de las que gozó durante los últimos 12 años.

Desafortunadamente, como en la mayoría de los casos, los trabajadores del organismo paramunicipal son utilizados solamente por el delegado sindical, Jesús Ernesto Medellin Higuera, intentando recuperar sus percepciones económicas de 61 mil 095 pesos quincenales, sentado en la comodidad de la silla de su escritorio, como si se tratara de un secretario de estado, mientras el resto de los empleados sufren y padecen en la calle, abriendo zanjas, instalando tuberías y reparando fugas, y por lo cual reciben quincenas en promedio de 4 mil pesos.

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