La Paz/Baja California Sur/Noticias.- 7 años después de la desaparición de su único hijo, José Eloy, hizo lo impensable. Comenzó una marcha a pie para pedir justicia y encontrar a su ser querido.

Su vástago, de entonces 18 años y estudiante de preparatoria, desapareció en 2014, cuando viajaba de Tabasco a la ciudad de Tijuana, Baja California, buscando una capacitación escolar, con la que obtendría una beca que le garantizaba continuar sus estudios profesionales en la prestigiosa universidad de Harvard.

Sin embargo, el joven desapareció en el trayecto por territorio fronterizo.

Lo último que se supo es que hizo escala de la larga travesía en Ciudad Obregón, Sonora, pero luego nada se volvió a saber de él, al igual que dos de sus maestros, el chofer del transporte en el que viajaban y un equipo de alumnos que se dirigían al mismo destino para capacitarse.

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Inexplicablemente, el grupo de personas representantes de una institución académica tabasqueña, se extravió. Tras enterarse de la desaparición de su retoño, José Eloy hizo a un lado la tristeza y el dolor, y decidió salir a buscar ayuda para localizarlo, con la firme esperanza de regresar juntos al hogar que compartían ambos.

Pidió apoyo a las autoridades estatales, a las agencias de investigación criminal, y a los colectivos de búsqueda activos en la península de Baja California, y el estado de Sonora, pero todo fue en vano.

No hubo rastros, indicios e información que pudieran aportar pistas para encontrar el paradero de su hijo.

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Los operativos y las cruzadas de localización se realizaron en varios poblados cercanos a Tijuana, pero no arrojaron resultados.

Lleno de impotencia, José Eloy acudió a las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia del Estado para pedir informes sobre los avances en las investigaciones, pero todo continuaba igual.

Luego de dos años de búsquedas fallidas, la carpeta de investigación del grupo escolar desaparecido fue archivada como uno de los tantos casos pendientes por resolver.

Lejos de resignarse, José optó por seguir buscando a su hijo en solitario.

Viajó hasta la ciudad de La Paz, Baja California Sur, para preparar una insólita caminata a pie, con rumbo a la Ciudad de México.

Salió de la capital sudcaliforniana el pasado 19 de junio con una mochila en sus espaldas y con las fuerzas necesarias para cumplir su objetivo. Comenzó a avanzar entre inhóspitos senderos cubiertos por matorrales y cerros a los costados del interminable tramo carretero para alejarse de la media península.

4 días después de intenso y agotador recorrido pedestre, el señor Eloy llegó a Navojoa, donde montará un campamento para descansar algunas horas y continuar con su camino impulsado por los deseos de justicia.

Piensa llegar a la enorme metrópoli capitalina para solicitar una reunión con el Presidente, Andrés Manuel Lopez Obrador, en Palacio Nacional.

Soportando el intenso calor de verano, el frío de las gélidas noches en carretera y pasando hambre y sed por largos periodos, José quiere encontrarse de frente con el primer mandatario para hacerle algunas peticiones: medicamentos y atención gratuita para niños con cáncer, un alto a la violencia y desapariciones de personas en el país, y justicia para el asesinato de su esposa, quien fue privada de la vida durante una jornada de búsqueda para encontrar a su hijo en los límites de la peligrosa línea fronteriza que divide México de los Estados Unidos.

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