Los Cabos, Baja California Sur.– Dos agentes de la Dirección de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de Los Cabos, estarían vinculados en el delito de la privación ilegal de la libertad y el homicidio en grado de tentativa del director del portal “Sin Censura Noticias”, Cristian Pérez Ojeda, según revelaron las primeras investigaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Baja California Sur.

El periodista agredido el pasado primero de marzo, de acuerdo al testimonio ofrecido y presentado en la Carpeta de Investigación SJC/459/2020, la noche cuando fue levantado y golpeado brutalmente, observo que los dos victimarios eran de complexión delgada tipo militar y portaban armas relativamente nuevas.

La primera un rifle de asalto G3 y la segunda una pistola 9 milímetros, las cuales, por ser evidentemente de cargo, nunca dispararon, en las dos ocasiones que intento escaparse, sino única y exclusivamente fueron utilizadas para amagarlo.

Sospecho yo que no quisieron accionar las armas, porque estas armas son armas de cargo de alguna corporación policiaca, y no quisieron dejar huellas”, expuso el periodista.

Asimismo, los dos responsables materiales de privarlo de su libertad, repentinamente hablaban con clave policial, cuando intentaron degollarlo, después de hincarlo en un camino vecinal tras golpearlo severamente.

Peor aún.

Después de la que la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Policía Municipal de Los Cabos, recibió el reporte de la privación ilegal de la libertad del periodista, el comandante operativo, Celso Filemón Pérez, dio la orden de no acudir al llamado, porque según él, estaban esperando corroborar la información, enviando solo a una unidad media hora después de que apareció la victima golpeada.

¡Ahorita te va a cargar la verga cabrón!”, advertían los captores, después de grabarlo con sus teléfonos celulares, mientras lo interrogaban y golpeaban.

¡Dime! ¿Quién te esta pagando para que publiques cosas en contra del gobierno municipal?”, preguntaban, respondiendo que “nadie me está pagando”.

¿Quién te está pagando para que publiques cosas contra el gobierno?”, volvían a cuestionar, encontrando como respuesta “nadie”, “yo solo subo publicaciones por mi cuenta. Nadie me paga”.

Después de golpearlo y amenazarlo, uno de los agresores “me dice agacha la cabeza, y le dice uno al otro, hay que quebrarlo”, por lo que uno se va por el lado del piloto, y el otro por el lado del copiloto, con la luz de los celulares encendidos, buscando un cuchillo.

En ese momento me acuerdo que el que venía atrás conmigo, me venía presionando un cuchillo en el cuerpo por la parte de atrás, y en ese momento, yo reaccioné y pensé de que me corten el cuello a que me peguen un balazo, mejor corro”, reflexionó.

Así, Cristian Pérez Ojeda, salió corriendo, entre el monte.

No supe el tiempo que paso ni la distancia, pero escuché que uno grito, ¡se pelo el cabrón!, empecé a escuchar ruidos en el monte, y creí que me iban agarrar otra vez, pero seguí corriendo, no llevaba tenis llevaba huaraches, y uno se me atoró en una planta, y caí al piso y seguí corriendo, y cuando volteo, veo que las personas en vez de alumbrar para el lado donde yo iba corriendo, aluzaban para el lado contrario”, explicó.

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El periodista conocido como Cris Percovich descansó cuando observó que “en ese momento veo que salen de reversa y salen en chinga por el camino donde se habían metido”, caminando hacia un lugar donde observo luces que resultó ser el Fraccionamiento INVI Santa Anita, solicitando auxilio a unas personas que pasaban por el lugar.

En su declaración, el periodista dijo que la noche que fue privado de su libertad, observo cuando llegó una camioneta Ford Escape, con dos personas a bordo, estacionándose detrás de su vehículo, después de parquearse en la lavandería de su esposa.

Yo sospeché que ellos andaban detrás de mí, y le digo a mi esposa que entre a su negocio, y cierre, y yo me voy a comprar unas pastillas a la farmacia, que está a escasos treinta metros de la lavandería, yo me encamino, porque quería ver si ellos andaban detrás de mí, y me meto a la farmacia y los empiezo a observar, cuando ellos siguen su marcha y se fueron”, dijo.

Entonces, cuando sale de la farmacia, observó que se vuelen a estacionar frente a un carro de hot dogs sobre la misma plaza de la lavandería.

Seguí caminando por la banqueta, pensando que se querían estacionar a comprar hot dog o algo, pero en ese momento, cuando volteo observo que venían encapuchados, entonces yo volteo para todos lados, y dije, estos cabrones vienen por mí, porque en mi medio de comunicación hemos estado pegando al municipio de Los Cabos por los malos manejos que tienen, y yo ya había recibido amenazas por parte del jefe de Comunicación Social”, relató.

En su momento, dijo que los vio venir, sacando un arma larga y una corta, intentando correr para el negocio de su esposa, pero cuando va corriendo, recordó que estaba su esposa y su trabajadora, y para evitar que fueran agredirlas, se regresa.

Cuando yo regreso, una persona me dio alcance por enfrente, entonces me intenta sujetar del brazo, y como eran de complexión muy delgada, lo arrastro, y entonces, el otro que traía el arma corta, se me abalanza sobre el cuello, y me someten entre los dos, y me obligar a subirme a un vehículo”, citó.

Pasado por el puesto de hot dogs, los captores todavía se detienen y amenazan a la gente, advirtiendo que “aquel cabrón que hablara a la policía, lo iba cargar la verga, porque iban a regresar”.

Ya adentro de la camioneta, agachan al periodista y le colocan un pasamontaña para cubrir el rostro.

Sobre el trayecto, de acuerdo al testimonio, comienzan a preguntar que si a que me dedicaba. “Yo les decía que tenía una lavandería”, pero ellos “me decían que no, eran de la mafia, y me iba a cargar la verga porque yo andaba metido en chingaderas”.

Entonces insistían en preguntar en qué trabajaba, y “yo les decía que tenía una lavandería, y me decían, no te hagas pendejo, dime en qué trabajas, y les dije bueno, tengo un periódico también”.

Me dijeron qué periódico es, y respondí que, Sin Censuras Noticias, y me dijeron entonces, no te vengas haciendo pendejo, entonces ya sabes porque venimos”, comentaba uno de sus agresores.

El periodista sintió cuando bajaron en un camino de terracería y “ya le dice uno al otro, aquí es y se paran y ya me dicen bájate a la verga del vehículo”, y me arrodillan, comenzándome a golpear el rostro patadas y diciendo “¡te estas pasando de verga!”.

¿Tú sabes porque te estas pasando de verga verdad?”, comentaba y advertían que “te va cargar la verga ahorita”, insultándolo y diciendo una serie de groserías.

Después de llegar al hospital, y tras están siendo atendido, otros dos policías municipales, ingresaron hasta el cubículo donde era atendido, argumentando que necesitaban su firma para poder brindarle protección.

El periodista se negó, pero insistieron en que su esposa, ya había dado la autorización, pero requerían de su firma, por lo que todavía aturdido, firmó, lo cual sirvió para que la Policía Municipal de Los Cabos, realizará un montaje de un supuesto parte informativo, donde la víctima, aseguraba que había sido golpeado por un vago afuera de su domicilio, lo que también es investigado por la Procuraduría General de Justicia del Estado y la Fiscalía Especial para Atención de los Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión de la Fiscalía General de la República.

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