La Paz, Baja California Sur.– Durante la madrugada de hoy, el chofer Benito Fierro, conductor y propietario del taxi del Sitio California número 63, fue ejecutado. Recibió un tiro en la cabeza, después de estacionarse en la calle de Bahía Arenales y Bahía Santa Cruz en el Fraccionamiento Perla del Golfo en esta capital del estado.
El taxista, habría recibido un solo disparo que ingresó por el ojo derecho, paso por el cráneo y salió por la nuca hasta impactar en el vidrio del copiloto.
El conductor quedó recostado hacia el lado derecho, pero sentado sobre el asiento del piloto.
La agresión, según vecinos, ocurrió entre 2 y 3 de la madrugada, cuando escucharon un disparo de pistola.
Sin embargo, cuando se asomaron la ventana, no observaron ningún movimiento sospechoso de personas o vehículos en la oscuridad de la noche.
De tal modo que regresaron a su cama y volvieron a dormir.
Casi cinco horas después, y con la luz del día, pudieron percatarse del crimen.
Los vecinos salieron a realizar sus labores diarias, y observaron a un taxi de color amarillo, estacionado en la acera izquierda de la calle.
A lo lejos, vieron a una persona sentada en el volante, por lo que pensaron que estaba esperando a alguien.
Sin embargo, uno de los colonos, llevado por la curiosidad, y tras ver que la persona y el taxi, no se movían fue hasta el lugar alrededor de las 9 de la mañana.
Fue justo cuando vio que el taxista estaba muerto y tenía sangre escurrida sobre su camisa de color blanco, reportando el hallazgo.
Los primeros en llegar fueron agentes de la Policía Municipal de La Paz, quienes, tras confirmar el crimen, acordonaron la zona y dieron vista al Agente del Ministerio Público de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
Aunque originalmente transcendió la versión de que el taxista había sido asesinado tras resistirse a un asalto, según las primeras investigaciones de la PGJE, todo apunta a que se trato de una ejecución.
Y es que Benito Fierro, de acuerdo a sus antecedentes, antes de ser taxista fue elemento de las Fuerzas Armadas y después agente de la Policía Municipal de La Paz.
Cuando salió de las fuerzas de seguridad, habría comprado su taxi, y desde entonces, se dedicaba a ese oficio.
El taxi No. 63, de acuerdo a las primeras pesquisas, es una de las unidades que las mujeres de la vida galante utilizaban para ofrecer servicios a clientes. Como se sabe, desde junio de 2019, ese giro de negocio, es controlado por la delincuencia organizada.
