Cabo San Lucas, Baja California Sur.– En el archivo de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Baja California Sur, yace la denuncia penal por el delito de amenazas presentada hace poco mas de dos años en contra de Martín Heriberto «N», presunto homicida de la doctora Ali Jasel «N», asesinada el pasado 18 de septiembre en Los Cabos.
La víctima de sexo femenino presentó la denuncia en el mes de febrero de 2021, vía electrónica, cuando vivía en este destino turístico con su mamá, quedando registrada bajo el número de folio 009098.
La denuncia fue respaldada con un kit de capturas de pantalla de mensajes enviados vía Facebook, WhatsApp y videos de cámaras de seguridad.
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La denuncia penal contra Martín Heriberto «N» habría sido presentada alrededor de cinco meses antes de que ingresara a laborar como «Camillero en Unidades Hospitalarias 80» del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la Clínica 38 de San José del Cabo.
En la denuncia penal, según copia obtenida por MetrópoliMx, la víctima relata que conoció a Martín Heriberto «N», cuando fueron compañeros de la escuela, donde llevaron una extraordinaria amistad.
Posteriormente, Martín Heriberto «N», terminó la preparatoria, y comenzó a buscar a la joven, por lo que comenzaron a salir a divertirse.
«Fueron un par de semanas hasta que tomé la decisión de no salir más con él, porque noté que tenía pensamientos depresivos. A veces se mostraba muy molesto y no hablaba con nadie, tenía mucho rencor y no perdonaba a quién lo hacia enojar«, relató la víctima.
Aunque a principios, Martín Heriberto «N», había aceptado que todo quedaría cómo amistad, y «seguíamos hablando con normalidad«, no fue hasta tres meses después cuando comenzó a acosar a su amiga.
Primero comenzó a merodear su casa durante la noche y madrugada, tomando fotografías, con una pistola apuntando a su vivienda, y enviando los siguientes textos:
–«¿Reconoces esa casa?».
–«La tengo en vigilancia todo el tiempo»
–«Trate de hablarte por las buenas, pero haces que lo haga por las malas».
Por esta situación, la joven comenzó a vivir con miedo y ansiedad, porque cuando salía de su casa, siempre era con la impresión de que algo podría pasarle a ella o a su familia.
El rechazo de la joven a Martín Heriberto «N», provocó que cada vez se obsesionara mas con ella, siempre buscando la forma de contactarla de una y otra manera al punto de crear cuentas falsas en Facebook y enviarle invitaciones de amistad.
Desgraciadamente, el agente del Ministerio Público de la PGJE, literalmente se negó a investigar el caso, bajo el argumento de que el hoy asesino «estaba jugando» o simplemente «no observaba ninguna agresión«, en las fotografías enviadas por Martín Heriberto «N», apuntando con una pistola hacia la vivienda de la víctima.
La sugerencia del servidor público siempre fue: «Bloquéalo y ya«.
Asimismo, en las idas y vueltas a la PGJE, siempre era lo mismo: «Tomaban datos personales y datos generales de lo qué pasaba y listo«.
Fueron tantas las vueltas que el agente del Ministerio Público tuvo que inventar que mandaría a una patrulla a realizar rondines a su domicilio.
La patrulla nunca llegó como tampoco llegó una orden de restricción contra Martín Heriberto «N».
