El Cúmulo

En varias mesas de discusión, un servidor ha intercambiado opiniones sobre el consumado descaro de políticos, servidores públicos, funcionarios y legisladores de descargarnos encima -sin pedirlo- un torrente de voyerismo político.

Como si me pagarán por disfrutar de esos “sneak peek´s”, se muestran en vistazos producidos o con la urgencia del momento, supuestamente captados sin darse cuenta.

Los vemos afables, empíricos, simpáticos, sonrientes, trabajadores, accesibles y preocupados por la problemática ajena.

No pongo en duda ninguna de estas posibilidades, tampoco cuestiono lo artificial o real de sus intenciones para regalar algún objeto o facilitar un trámite, simplemente las señalo, allí están, acumulándose.

Para los políticos de la vieja guarda, la estrategia sigue siendo “la reunión”, masiva o mínima, pero al fin de cuentas la reunión.

Como punto específico de tiempo y espacio para el intercambio de saludos, frases y promesas, allí queda toda la agenda en un minuta imaginaria, de esa reunión seguimos a la próxima, en otra cuadra, distrito, o pueblito, entre mas aislada mejor, entre mas alejada de la capital mas real se siente.

Pegadito al pueblo, la suburban, estacionada lejos, en donde no se vea, entre más miserable sea el pueblito “más mejor” el efecto.

Por otro lado, los más “milenials” y los que tienen un aparato más fortalecido para tomar decisiones y estrategia se han refugiado en las plataformas digitales -al fin que no cuestan; sus cuentas oficiales, las han convertido en espacios para intercambiar puntos de vista, opinar sobre la coyuntura, hablarle al éter, opinar por opinar.

Algunos le apuestan por una producción audiovisual conmovedora e íntima, le están “metiendo” lana y realización muy cinema “verite”; si el cuerpo da, presumen calistenia mañanera, presumen nombre montado en un logo sospechosamente diseñado listo para la campaña, mejor, así ya se ahorraron un el varo de un diseñador, los más osados publican desde su celular, luego andan apurados por borrar el error y olvidar el horror, en redes nada se olvida.

De cualquier manera, en reunión masiva, o con publicaciones en plataformas digitales no están violando la Ley Electoral, andan acelerados y está a unos cuantos centímetros de hacerlo, peor no lo hacen y allí de allí no se mueven.

Con estrategia o sin ella, hay una coincidencia que me resulta graciosa y preocupante a la vez: algunos ni siquiera se ven como candidatos, ni siquiera como precandidatos se sienten ya como gobernantes elegidos.

También puedes leer la Opinión de Claudia Meza: https://metropolimx.com/la-nueva-politica-nacional-anticorrupcion-pna/

Me parece, primeramente, gracioso, la ingenuidad de muchos le da un toque divertido a la época que vivimos, la ingenuidad de muchos los llevará a cometer errores que los sacara de la competencia real, serán errores que provocaran risas, pero que a muchos los dejará en el camino, por cierto, la ingenuidad es uno de los peores enemigos de estos suspirantes, pregúntele a los de Morena, que llegaron al poder sin experiencia alguna.

Lo que me preocupa, en verdad son aquellos “suspirantes” que creen que pertenecen a una estirpe elegida, a una casta superior, que confunden el apellido con ser miembros de una dinastía, creen que la superioridad los marcó, que su destino por obra de la sangre y de dios nos deben gobernar, en Acción Nacional hay varios.

Con estos últimos, hay que tener cuidado, el “destino manifiesto” los puede llevar a confrontarse hasta con ellos mismo, la liga se puede romper del lado más familiar, pero también con los ingenuos, la ingenuidad y el autoritarismo nunca deben de ser parte del gobierno.

No me espanta que tengan un legitimo interés, que estén publique y publique sus fotos con apoyos, que se reúnan hasta el cansancio, tampoco me sorprende; todavía falta año y medio para las elecciones y los errores y los aciertos, se van a acumular, allí reside lo que sigue para los suspirantes, ¿que prefieren que se acumule?

Por cierto, en el cúmulo está la exageración.